El Dueño De Sus Sonrisas ( La Dueña De Sus Suspiros)
Por Arledk
Enviado el 09/09/2014, clasificado en Amor / Románticos
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Es triste sentirse abandonado, cuando uno necesita ayuda. Toda persona en algún momento, siente que los problemas se le amontonan, que está solo, y con el corazón destrozado. Esos son los momentos en lo que, un cálido abrazo acompañado de un “tranquilo, acá estoy”, serían más que suficientes para recuperar el ánimo y las ganas de seguir riendo.
Raúl sentía esto a diario. Sufría mucho, ya muchos había olvidado la última vez que lo vieron sonreír. Él estaba enamorado, y ella, la chica de sus sueños, también. Pero no de él. Aquella mujer, dueña de sus suspiros, tenía novio.
Raúl, como cada día, se asomó al balcón de la preparatoria, aquel que daba vista a la calle. Después de un rato, decidió que ya era hora de irse a casa. Dio media vuelta, pero choco contra alguien. Algunos libros cayeron al suelo. Él se fijó quien era, y la vio. Casi al instante se ruborizo. Estaba preciosa. Llevaba zapatillas casuales, unos jeans azules, un abrigo negro y una boina del mismo color.
Pero no importaba como estuviera vestida, ella siempre se veía hermosa. Sus ojos era su mayor encanto. Pequeños y redondos, siempre brillosos. Era imposible no sonreír al verla.
Raúl rápidamente le recogió los libros. Al momento de dárselos sus manos rozaron. Su respiración se hiso agitada, y su corazón comenzó a latir rápidamente. Sonrió tímidamente. Nunca tendría una oportunidad con ella.
Gracias… – Valeria dio media vuelta, pero volvió a girar, y entonces alzo la mano para despedirse.Un impulso, un deseo, un sueño, una ilusión. No supo lo que fue, pero Raúl se lanzó sobre ella. La tomo de las mejillas, y le dio un beso en los labios. Ella no opuso resistencia. Tampoco le correspondió. Simplemente cerró los ojos y se quedó quieta. Raúl, al soltarla se dio cuenta de lo que hizo. Rápidamente se alejó. Bajo la escaleras y salió del lugar, pensado que aquel beso sería el único recuerdo que tendría de ella.
Lo que él no sabía, era que ella, hace unos meses vivía enamorada de él. Y, que ese beso, hizo que su corazón latiera con más fuerza por él. Valeria había terminado hace meses con su novio. Pues se había dado cuenta que su corazón le pertenecía a Raúl, el dueño de sus sonrisas…
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