EL POZO DE LOS DESEOS

 Reunidos en aquella finca se nos ocurrió hacer un juego.
La idea era cumplir un deseo, para eso debíamos tener una especie de oráculo.
Algo  donde pudiéramos manifestar nuestro deseo.
Alguien dijo;- ¡¡En el pozo!!......
Porque no lanzamos nuestro deseos al pozo, a todos los allí
reunidos nos pareció una buena idea.
Lo llamaríamos el pozo de los deseos, y así fue como aquel pozo se convirtió
en el oráculo al que consultar y confesar nuestros mas intimos pensamientos..
No era un pozo corriente llevaba en aquel lugar desde tiempo inmemorial.
Era mas antiguo que el propio lugar donde  estaba ubicado.
Con lo que se convertía en un pozo legendario y diferente.
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Pasó el tiempo y poco a poco se fueron cumpliendo los deseos de la mayoría.
De los amigos allí reunidos, aquellos amigos  que cuando formularon sus deseos.
Eran unos niños, lo normal hubiera sido que al lograr sus deseos fueran felices.
Pero extrañamente no era así,  todo era pura apariencia, bajo aquella felicidad
había el espeso cargo de conciencia.
Todos salvo yo cumplieron sus deseos, por eso no entendía el porque de su  infelicidad.
Se diría  que el único feliz era yo, no tenia mucho sentido.

Tuve sin embargo que confesar a mis amigos, el miedo instintivo a los pozos.

Nunca formulè un deseo en aquel pozo, el miedo de caer en su interior me lo impidiò.

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Pasado algunos años recibí una carta de uno de ellos donde me confesaba su malestar.
Según el el pozo le reclamaba su alma, desde lo mas profundo de sus raíces.
Aquel pozo segùn mi amigo, llevaba recibiendo deseos miles de años.
Solo pedía que con cada deseo se sacara un cubo de agua de sus entrañas.
De está forma lo descargaba, de los miles de deseos de cada una de las almas.
Que recurrieron a él para mejorar su vida ò para cambiarla.
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Pero el ser humano es egoísta y solo iban pedían el deseo y se marchaban.
Y el pozo se llenaba de agua, se había desbordado dos veces.
Y con el desbordamiento miles de deseos se fueron con el agua.
Por eso mi amigo estaba preocupado y no era feliz, al igual que el resto.
De mis amigos no cumplieròn su promesa de sacar agua a cambio de un deseo.
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Su condena era perder lo conseguido, y no recuperar nunca su suerte.
De ahí la tristeza y pesadumbre de mis amigos, temían perderlo todo.
Tal como el oráculo del pozo les dijo se quedarían sin sus deseos.
Y ya no habrìa forma de recuperarlos, por mas cubos que vacíaran, ni verian

salir jamas sus almas de aquel pozo.. Se quedarian atrapadas en èl entre sus

paredes con los cubos de agua que no vaciaron.