Denunciar relato
El abre fácil se resistió especialmente esta mañana y las galletas prometidas en la foto de la caja eran considerablemente mejores de lo que encontré en su interior, el día no empezaba bien, presagio de lo que llegaría mas tarde.
Ya casi había olvidado el cabreo matutino cuando el tipo, un desconocido, se dirigió a mi en un tono cansado y despectivo:
Eh, tu!
A dos compañeros que se encontraban cerca les costo reducirme y sólo lo consiguieron después de mucha fuerza física y no pocas buenas palabras, ya era tarde, yacía malherido.
Yo, me encontraba en paz.
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