Denunciar relato
Y alzando el puño hacia el cielo clamó a gran voz diciendo: ¿Por qué tanta prueba, tanto sufrimiento, tanta tragedia? Si lo que él quería era vivir apaciblemente con la esposa y los hijos que le habían sido arrebatados. No había sido su elección esta vida de odiseas y padecimientos. Estaba sujeto a un destino turbulento, del cual aunque quisiera no podría escapar. Y maldijo a su dios, quien lo creara para infortunios y aventuras; quien además dominaba sus acciones, sus elecciones e incluso en ocasiones sus pensamientos...
Por un instante siquiera el escritor pudo comprender, aunque apenas, las aflicciones del personaje de su novela...
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