Era tarde, ya pasada la media noche y me encontraba sentada frente a la computadora navegando por la Internet y revisando algunos trabajos de la universidad que estaban incompleto, bueno así me fueron pasando las horas sin darme cuenta ya era madrugada, pero de repente me dio la sensación que no estaba sola en esa habitación, claro pensé que eran ideas mías y seguí transcribiendo.
De vez en cuando volteaba al mi alrededor pues seguí sintiendo que alguien me acompañaba y no era así, la verdad no sentía miedo hasta que la sensación se hizo mas fuerte, estaba segura que alguien me miraba y que además me quería agarrar, fue una sensación tan escalofriante que me levante de la silla con rapidez, casi corriendo apague la computadora de un solo golpe y las luces de la habitación y corrí por el pasillo de la casa hasta llegar a mi cuarto, tenia pánico, terror de lo que venia detrás de mi, ¡Dios mió ya casi me alcanza!, abrí la puerta de mi cuarto con desesperación y la cerré con fuerza y me arroje en la cama cobijándome hasta la cabeza, pero ya era tarde para mi, de debajo de la sabanas una mano empezó a halarme fuertemente que casi logra sacarme de la cama, le suplicaba que me soltara pero no conseguía que me soltara , mi corazón latía con rapidez y mi respiración estaba agitada del terror que sentía; aquella presencia quería que la mirara, pero yo solo lloraba y le rogaba que no quería verla, aquel forcejeo tan solo unos breves minutos pero a mi me pareció que fue demasiado tiempo. Finalmente aquella escalofriante mano me soltó, estando muy segura que era una mujer, por lo delgada y delicada que era, yo permanecí en la oscuridad de mi cuarto un momento mientras recobraba el aire y me aseguraba que aquel fantasma se había ido,
Me levante con recelo y miedo aun y encendí la luz del cuarto ya no había nadie, no se si mi mente me jugo una mala pasada o si algo de verdad estaba ahí, la experiencia no se la deseo a nadie, y de ser real estoy segura también que esa presencia quería que le viera y mi pánico no me lo permitió, tal vez quería decirme algo, tal vez solo quería asustarme, por cierto lo logro, esa noche dormí con la luz encendida y aun asustada.
Ahora cada vez que estoy en la computadora antes de que el reloj marque la medianoche me levanto, voy directo a mi habitacion dando gracias a dios que aquella mano de mujer no se ha vuelto aparecer.
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