DOS PALOMAS Y UN GAVILAN (PARTE IV)
Por ALVARO VILLA REY
Enviado el 02/10/2014, clasificado en Adultos / eróticos
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Yulema me coge de la mano y me lleva al salón.
.- Aitor, vamos a dejar que cene tranquila.
Ana con su mano derecha hace el gesto de que nos alejemos, mientras se lleva a la boca un currusco de pan.
Dejo que Yule me lleve, me da la impresión que conoce la casa, entramos en el salón, hay un gran sofá modular, una gran pantalla de TV colgada en la pared y muebles modulares bajos en color blanco y negro, un salón muy amplio.
Me siento en el sofá, en frente hay una mesa acristalada para el café, Yulema la retira y se sienta en mis rodillas, empieza a besarme le sigo a sus deseos y juego acariciándola los pechos sin quitarle la camisa, acaricio sus piernas, mis manos se deslizan hasta llegar a sus muslos, ella se aprieta a mi cuerpo, Yuli es tan redonda tan sexy, la mando levantarse.
.- Yule, déjame desnudarte.
Me excita mucho desnudarla.
A Yulema nunca la he visto con tanga, siempre lleva ropa interior muy sexy, braguitas y sujetadores de preciosos diseños, tampoco la he conocido con pantis, siempre medias en alguna ocasión hasta con liguero.
La voy poniendo de espalda a mí, levanto sus faldas y descubro sus nalgas envueltas en encajes con medias y liguero, ella sabe que me pongo como una moto cuando la veo con su ropa íntima.
Como si se tratara de un ritual, voy bajando sus bragas, despacio, besando sus muslos, suave, los acaricio, mis dedos juegan y se recrean en acariciar sus glúteos, su ano, su sexo, beso los glúteos, los aprieto con mis manos, sus bragas cuelgan en sus rodillas, el chasquido que hacen los ligueros al golpear su piel aun me excitan mas, los cinco sentidos de mi ser están en alerta para el disfrute y el placer.
Yule inclinada y soltando pequeños gemidos cada vez que acaricio, succiono su sexo.
No me he dado cuenta que Ana Maria ya esta en el salón, veo como se arrodilla para besar a Yule.
Yule se excita mas, sus bragas ya han caído al suelo por el movimiento de sus piernas.
Ana gateando llega hasta mi bragueta, la desabrocha, saca mi polla y la chupa, Yule se incorpora mientras Ana me hace una mamada.
Yulema me ofrece un espectáculo de strip-tease, va desprendiéndose lentamente de su camisa, falda y el sujetador, quedándose tan solo con las medias y el liguero, Yule se acerca a mi lado me besa.
Ana retira sus manos de mi cuerpo para tocar a Yule, a la vez que sigue mamándomela, acaricia el clítoris y el monte de Venus de Yule.
¡Qué compenetrados estamos los tres! ahora es Ana la que me ofrece el espectáculo de strip-tease, mientras la que me hace la mamada es Yule.
Ana lleva tanga y sujetador blanco, la ropa interior de Yule es mucho más espectacular.
Las dos mujeres ya están desnudas, suavemente me levanto, estoy tan excitado, debo de desnudarme.
Ellas las dos en el sofá se besan y acarician, estoy disfrutando viéndolas como se besan, se acarician, como gimen y como juegan, mi polla parece que va a reventar.
Ya estoy desnudo y entro a formar parte de los juegos de estas dos leonas, rugen y ronronean mientras se comen a besos, yo no soy un hombre, soy un juguete sexual para el disfrute de ellas.
La mano de Ana me agarra la polla y me guía para que penetre a Yule, la penetro y mas se cimbrea, los gemidos son mas rápidos y fuertes, Ahora Ana toca mi ano, pretende meter su dedo, se lo aparto, Ana sin dejar de besarse con Yule, me ofrece su ano y su coño, juego con mis dedos en los dos orificios.
Los tres cantamos a coro gemidos de amor, ¿quienes dicen y afirman que ésto es pecado, enfermedad o degeneración?
¡Pues mienten!
Tanto placer no puede ser malo, yo estoy en el cielo, en el paraíso, ellas son Ángeles encarnados.
Soy un pez nadando en un mar de gozo.
No se el tiempo que hemos estado jugando, ahora los tres estamos abrazados desnudos, tirados en el gran sofá, un Adán y dos Evas, nuestras ropas por el suelo del salón están desparramadas.
Ana coge el mando del TV lo enciende y lo miro, no se lo que están emitiendo, miro a las dos mujeres, les doy besos, suaves y sueltos, son ya casi las cinco de la mañana, Yule propone.
.- Nos vamos a dormir los tres juntos.
Ana y yo respondemos a la vez.
.- ¡Si, si!
Serian las doce y media de la mañana de sábado cuando nos despertamos abrazados, el juego comienza a repetirse.
Esta es la sorpresa que me tenía preparada, Yulema me ha dado una lección. Desde entonces tengo por norma no juzgar, ni calificar a nadie, las apariencias no son lo que creemos o aparentan ser.
Pensaba que Yulema solo follaba conmigo y su marido, que yo y su trabajo éramos sus únicas diversiones, ahora pienso de ella ¿Cuántos secretos guarda? ¡qué vida mas enigmática! ya no afirmo que su vida sea tan aburrida, vivo en una intriga por saber ¿cuántos mas misterios hay en su existencia?
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Alvaro Villa Rey
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