Naciste para estar desnuda
Por galogut
Enviado el 13/10/2014, clasificado en Adultos / eróticos
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"Naciste para estar desnuda" le dije cuando con una sonrisa penosa cuando me mostraba su hermoso cuerpo blanco apenas un poco pasado de peso. 37 años, unos senos rotundos con pezones rosados, hermosos. Parecía estar viendo a Kelly Brook también en su madurez. Unos labios hermosos y llenos, su cabello largo y negro, su cuerpo muy blanco, sus pies pequeños, perfectos en su arco, esmaltadas sus uñas, una delicia para chupar y besar poco a poco. Parecía que su marido se había olvidado de decirle todo esto que ella era en sus muchos años de matrimonio, de rutina. Sus nalgas eran perfectas, duras y desafiantes. Si, ella no merecía estar con ropa..... era para contemplarse.
No hallaba que contestar ante mis halagos y yo todavía no salía de la sorpresa de como habíamos llegado a esto.
Compañeros de trabajo por mucho tiempo, siempre viéndonos con admiración y respeto. Ella me hacia halagos cuando me salía los mediodías de la oficina para seguir conservando mi cuerpo atlético a los 58 años. Pero todo quedaba allí. Alguna vez me dijo: usted que tanto le gusta el circo nos hubiera acompañado, nos hubiéramos reído juntos con mis hijos.
Todo esto cambió cuando leí que ver a los labios a una mujer mientras te habla, les enciende, le emociona, les hace saber que realmente estas interesado en ellas. Eso y que su marido salía de la ciudad cada viernes y regresaba el domingo ya muy noche.
Vivíamos muy cerca por la misma calle, como a unos 500 metros. Empecé a soñarla a visitarla en sueños. Supe que esto tenia efecto cuando me dijo sonriendo una mañana muy temprano y sin testigos: licenciado soñé con usted ayer. A si?, le contesté y como le fue? muy bien? Sí me dijo muy seria y bajando la mirada. No creo que tan bien como a mí le dije volviendo a hacerla mirarme. ¿Pues que soñó? me dijo desafiante. Le dije de frente viéndole a sus ojos y boca: que hacíamos el amor como nunca, con prisa, con la desesperación de ganar el tiempo que nos hemos negado hasta ahora. Fue algo fascinante, violento, tierno, feroz. No sé, algo que nos debemos en la realidad. En eso llegó alguien y se acabo el dialogo y ella aprovecho para escabullirse y yo me detuve de preguntar que había soñado ella. No me importaba. Después de esto, ella cada vez me sonreía y coqueteaba y mi mirada seguía clavada en sus labios rotundos, llenos, hermosos.
Así sucedió por 2 semanas, ella los sábados lucia faldas cortas en lugar del uniforme habitual de pantalón, que solo destacaba sus hermosos senos y sus nalgas; para no hablar de sus pequeños y hermosos pies con tacones de 12 cms.
Un viernes, me pidió que la llevara a su casa. No podrían pasar por ella esta vez. Su marido salía otra vez ese fin de semana a trabajar a otra ciudad. Subió a mi auto y había una calma tensa. No sabíamos que decir, pero la miré a los labios y le dije: si mañana sábado va al trabajo en vestido, le juro que la rapto aunque solo sea por 5 horas. No supo que decir más, solo me pidió los lentes de sol con los que ya me había dicho que me veía muy guapo. Se los puso y me dijo: como me veo. Usted luce muy bien siempre Frineè, pero en especial ahora que sus ojos almendras se han escondido, su boca rotunda resulta mas que deseable. Es lo único y no necesita más. ¿Le parece? me dijo coqueta, pues ya llegábamos a su casa. Hermosa me sonrió y dijo un gracias, mientras yo clavaba mi mirada en sus labios frondosos.
Aquella noche volvimos a encontrarnos en sueños hasta que nos agotamos y volvimos a nuestros seres que en apariencia descansaban..
Me levanté feliz y me fui al trabajo. Llegué primero que todos como siempre. Ella llegó cuando faltaban 5 mins para las 8 am. Vestido a la rodilla, zapatillas altas, hermosa y desafiante. Pasó frente a mi oficina y sonriendo me dijo: que onda lic.
Se perdió con rumbo a su escritorio que lamentaba hubieran cambiado, pues antes estaba frente al mío. Solo 4 metros de por medio, un vidrio y un pasillo incluido... y podíamos platicar.
Pero ahora era sábado y ella había llegado con falda, aun a pesar de lo que le había dicho ayer, así que tenía que dar el gran paso... aquel que tanto deseábamos los dos; pues era obvio después de mi advertencia de ayer, que estaba dispuesta. Mi excitación era creciente. Era solo eso y no sabía controlarlo.
Llegó a mi para pedirme el auto de la compañía y cuando se inclinó a tomar las llaves me dejó ver la hendidura de sus dos hermosos y blancos pechos. Ahorita se lo traigo me dijo.. Solo voy a la notaría.
Gracias Frinné le dije, mirándola directamente a los ojos. ¿Porque? me respondió... porque aceptó y no se va a arrepentir le respondí. Pero ella me dijo seria: ah, no es eso, es que voy a una despedida y me vine vestida de una vez. Perdón si le pareció que le daba señales, no es así.
Toda la expectativa se derrumbó y con ella mi erección. Parecía que era de hielo y no supe de ella hasta la hora de salida. Ya que todos se habían ido, se acercó a mi oficina y con la mano apoyada en la puerta y su mejor sonrisa me dijo casi cantando: Nos vamos Lic?.
Casi se me cae la cara de la sorpresa pero me recuperé y puse mi mejor sonrisa para responder: si cuando usted quiera. De inmediato volví a armarme de la excitación. uf no sabia que hacer, pero ella seguía sonriendo muy dueña de la situación. Se subió con dificultad al asiento mientras yo nervioso y alterado por la excitación, no podía controlar el bulto creciente en mi pantalón -tampoco podía hacerlo-. Por fin se colocó y vi sus hermosas y blancas piernas, pero mas como volteo hacia mí y me dijo: también yo estoy nerviosa como usted lic, y créame que no es fácil, es la primera vez, pero de todas las veces que lo he pensado, esta, es la vez en la que estoy mas resuelta. No me fue fácil, me lo pasé pensando, pero los sueños que he tenido con usted y un ¿que puede pasar?, me han decidido; además de que me siento muy excitada de que le guste tanto a alguien.
Se hizo silencio entre los dos, no sabíamos que decir y el auto avanzaba. Quise decirle que todavía tenía 3 minutos para detenerse pero ya sabía que ella tenía todo preparado y me quite la duda al decirme: ya lo decidió ella no tú. Se ve especialmente bella así de falda Frineé y me encanta que se ponga esas zapatillas que le hacen ver sus piernas mas torneadas. Le gustan replicó ella? alzando sus cortas piernas un poco para que me deleitara. me gustan mucho sus piernas y sus pies y el color del sus uñas y en especial cuando se pone esas zapatillas y las asoma por el escritorio...
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