Denunciar relato
Era demasiado duro, todo se había desmoronado, su mundo interior había sido violado por las inclemencias del destino. Ya había concluido la función para la que estaba predestinado en su perecedera vida, era el momento de que se reconciliara con el universo y se fundiera con él para desaparecer, sin dejar rastro, ocultado el beneficio que concedió a la humanidad, permitiendo que las cosas siguieran como siempre a los ojos de los demás, aun cuando sin su intervención esto hubiera sido imposible y al igual que todos desconocían la razón por la cual seguían vivos, hubieran podido ignorar la razón de su exterminio si este hubiera acontecido.
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