YO NO SALI CORRIENDO (Parte I)
Por ALVARO VILLA REY
Enviado el 25/02/2015, clasificado en Adultos / eróticos
8693 visitas
Introducción:
Embarcado en un mercante con pabellón español, tendría yo entre dieciséis y diecisiete años, era el marmitón del buque.
Un chiquillo entre una tripulación donde la horquilla de edad de los tripulantes estaba entre los treinta y cinco y los cincuenta y cinco años. Navegaba con hombres que habían surcado todos los mares de este planeta, hombres que conocían todos los puertos bañados por los cinco océanos de este mundo, viejos lobos de mar. Recuerdo las dos ocasiones que entramos en Bilbao, cargados con chatarra; Adolfo un marinero de unos cuarenta y cinco años, en esas dos ocasiones vinieron al barco su mujer y sus dos hijos, una chica y un chico. También recuerdo que cada vez que entrábamos en Amberes (Bélgica) cosa que hacíamos a menudo, siempre venia a recogerlo una mujer espectacular, la tripulación siempre le avisaba diciéndole:
.- Adolfo te espera en el muelle el italiano.
Descubrí que esa mujer espectacular y muy inteligente, con la que llegué hablar en varias ocasiones, era un travestí.
En mi inocencia sin malicia le pregunté a Adolfo.
.- Adolfo, con la mujer tan bonita que tienes ¿Cómo vas con un travestí? ¿Te gusta más el italiano que tu mujer?
Adolfo muy serio mirándome a los ojos me responde.
.- Aitor, me gustan las mujeres, no me gustan los hombres, pero con ese travestí las cosas que hago y ella me hace no haré nunca con mi mujer ni con otras mujeres.
.- ¿Cómo la conociste?
.- La conocí una noche en el Stella Maris de Amberes, tenía una borrachera de la ostia, me fui a la cama con ella y descubrí que era un travestí, por la vergüenza de no salir corriendo de la habitación y de que otros marineros que ya sabían que era un travestí se rieran, opté por quedarme.
Trama:
Finales del mes de julio, es la bienal de la máquina herramienta en Bilbao, un proveedor de la empresa donde trabajo nos ha regalado entradas para la feria.
Son las cinco de la tarde de un sábado, mi compañero de trabajo y yo hemos comido en Gernika, nos dirigimos a Bilbao, vamos a la feria.
Llegando a la altura de la empresa Metalinox, carretera nacional 634, en el barrio Aperribai, en la parada de autobús veo una mujer impresionante, preciosa, rubia, esbelta, vestida con traje de ante marrón con minifalda, camisa blanca, su cara es atractiva, bien maquillada.
A mi compañero y conductor le digo enérgicamente.
.- ¡José! para el coche, ¡para, para! entra en la cuneta.
Sorprendido frena y me dice.
.- ¿Qué pasa? ¿Qué ha pasado?
.- ¡Mira tío! mira que tia hay en la parada de autobús.
.- ¡Joder! pareces bobo, que susto me has dado ¡estás loco!
.- Echa para atrás, ¡vamos a buscarla!
Mi compañero protestando accede a mi petición y echa marcha atrás hasta quedar cerca de la marquesina.
La rubia y más gente que están en la marquesina de la parada, salen y nos miran, han tenido que escuchar el frenazo y el ruido del motor al reducir las revoluciones.
Todos tienen cara de sorprendidos, salgo del coche y voy hacia la mujer rubia que está en la parada.
.- Hola, hemos parado para pedirte que vengas con nosotros, te llevamos a Bilbao a donde tú vayas.
La rubia con una sonrisa y un poco nerviosa por sentirse el centro de atención ante un público que espera al autobús, me dice.
.- ¡Estáis locos! ¿Habéis parado por eso?
.- ¡Pues claro! hemos parado por ti, para llevarte a donde tú quieras, a donde necesites ir.
La gente que está en la parada escucha atenta el tira y afloja que llevamos la rubia y yo, trato de convencerla para que suba al coche, el público que tenemos se ríe de esta situación y se ponen de mi parte.
.- ¡Venga guapa sube al coche! parecen buenos chicos.
Por fin la rubia accede a mi solicitud y viene conmigo al coche, le abro la puerta de atrás, ella entra, yo me acoplo en mi asiento, al lado del conductor.
Presento a mi amigo y compañero de trabajo.
.- El chofer es mi compañero de trabajo, se llama José.
Mi compañero con cara de sorprendido y enfadado advierte.
.- ¡Que conste que si hemos parado es por este colgao! ¡Está loco!
Nuestra nueva amiga se ríe, yo también me río, el cabreo de José nos hace reír, a la rubia y a mí.
Ya vamos en marcha hacia Bilbao. La tensión de José se va rebajando.
.- Te he dicho el nombre de mi amigo, yo me llamo Aitor.
Ella no quiere darnos su nombre.
.- Yo no os voy a decir mi nombre, porque de momento no tengo tanta confianza.
.- Nosotros vamos a la bienal de la maquina herramienta.
Le responde José, mirándola por el retrovisor.
Entre los cabezales de los asientos delanteros puedo verla, entro en réplica.
Vamos a la feria a pasar unas horas, visitaremos a los proveedores de nuestra empresa y luego saldremos por Bilbao de marcha ¿tu a donde vas?
.- No lo se, me aburro en Galdacano. Voy a Bilbao también a pasar la tarde de escaparates y que se yo.
.- Como no nos quieres decir tu nombre te voy a llamar "Bella".
.- Gracias Aitor, ¿te parezco guapa?
.- Joder pues claro ¿José a ti te parece guapa?
.- ¡Pues claro! pero por favor a mi no me metáis en conversaciones ajenas, yo estoy conduciendo.
Bella y yo otra vez nos reímos.
.- ¿Donde quieres que te dejemos?
Le interrogo.
.- Pues si vais a la feria dejarme en San Mamés.
Habrá gente que haya conocido la antigua feria de Bilbao, al lado del nuevo estadio de San Mamés.
José y yo llevamos un precioso SEAT Toledo, azul marino, Bella está sentada en los asientos de atrás y su cabeza para hablar con nosotros la coloca entre los cabezales de nuestros asientos, para escucharnos mejor y la escuchemos a ella.
José no quita su vista de la carretera, yo en cambio cada vez que hablo con ella giro mi cabeza, tengo su cara tan cerca de la mía.
Siempre he sido un hombre muy decidido, he intentado tener todo lo que me a gustado, mis manos y boca siempre han seguido a mis deseos, a veces esto me ha causado algún problema.
Continua................
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales