Un plan para Perfecto y Manolo

Por
Enviado el , clasificado en Cuentos
1281 visitas

Marcar como relato favorito

“-¿Has visto a ése?- le indicó Manolo a Perfecto refiriéndose a un joven de unos treinta años que pasaba por delante del Mercedes donde ellos estaban.

-¿Quién?

-El de la carpeta, el que ha pasado ahora. Pues ése antes tenía una tienda, de ropa, creo. Y desde que hace seis o siete años entró en el Ayuntamiento, no ha parado: que si de portero, que si de administrativo. Vamos, el típico “enchufao”.
- A esos…”
Mientras Perfecto crispaba su puño, Julio Iglesias se deshacía de placer en un “me va, me va” en el interior del coche donde el ambiente era casi irrespirable debido a la apestosa combinación de sudor y ambientador de pino como el que antaño utilizaban en los cines de barrio.

-. Si quien tú y yo sabemos levantara la cabeza- prosiguió Perfecto-a toda esta gentuza los pondría de patitas en la calle. Otro como el payaso aquel que me dijo que trabajaba en lo que trabajaba porque había estudiado y había aprobado unas oposiciones. ¡Y el pobre de mi sobrino qué! Su padre bien que se gastó en la carrera sus buenos cuartos. ¡Diez años que duró! Bueno, eran tres años de carrera; pero la pobre criatura, ya me entiendes, sola en el piso que le pagó durante ese tiempo mi hermano, y con los problemas que tienen los chavales en situaciones así, los agobios de los estudios… Mira, no le partí la boca al cretino aquel porque Dios no quiso cuando me dijo que lo de mi sobrino no era estudiar, sino hacer el golfo a costa del dinero de su padre. Hombre, no iba a ponerse la criatura a memorizar la Constitución como si fuera un mono, que es precisamente lo que ha hecho el inútil ése para sacarse la oposición esa de las narices. ¡Es que le hubiera dado una…!
-Venga, Perfecto, cálmate,- añadió Manolo en tono conciliador con fingida voz de actor de doblaje que distaba de la suya infestada de risotadas viciosas y estúpidas- que entre eso y los chivas que te tomas luego te sube la tensión. ¿Te he dicho que al final le he hablado clarito al capullo ése que tenía en la fábrica? Le dije, poniéndome en mi sitio, que si antes le daba ochocientos ahora serían seiscientos, y si no le gustaba, ya sabía donde estaba la puerta.
-¡Sí, señor! Con dos… Oye, ¿qué te parece si esta noche nos vamos con Riquelme a un sitio que me ha dicho que está muy bien? Está en el kilómetro treinta de la comarcal. Hay allí unas chavalas, creo que son rusas o rumanas o algo así. Prácticamente unas crías, como a ti te gustan.

-¡Hombre! Eso ni se pregunta.- de nuevo, la voz de Manolo, el Manolo de siempre, volvió a oírse para expresar su entusiasmo por aquel plan- Bueno, quedamos a eso de la una, que a esa hora empieza a animarse la cosa. Oye, mientras me llevas a casa, te cuento lo que me ha dicho mi gestor sobre el IVA, se te queda en ‘nà’. Je, je, je.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed