Un viaje a las estrellas
Por J.M.Y
Enviado el 23/10/2014, clasificado en Varios / otros
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Es muy fácil, decirlo, pero como cuesta. Una vez más recordando tiempos en que ya no volverán, o a lo mejor, si decido retornarlo, debo aceptar que me costaría mucho. En un espíritu carnal es lo que me he convertido, pensamientos mundanos e insensatos fueron el causante de tan glorioso viaje a las estrellas. - Si me dijeran - ¿qué tal fue el viaje? Creo que respondería sin balbucear sin duda alguna fue algo lúdico, nunca pensé llegar tan lejos y menos experimentar cosas dimensionales. Quizás una respuesta algo trivial o a lo mejor inconsecuente, pero es mi realidad y estoy sujeta a ello.
Otros me decían cuando vuelvas a las sendas antiguas hay te estaremos esperando, muy hospitalarios. Bueno es muy claro decir y escuchar a gente muy devota de distintas religiones y distintas doctrinas y con una fe bizarra, decir que solo hay un pensamiento, y es Dios o que nuestra vida esta entorno a él.
Desde muy pequeño me aferraron a una doctrina, evangelizándome y llenándome de una fe indudable, pero al ser ya muy consciente y viendo ya las cosas con más visibilidad, en un sistema tan opresor, que si lamentablemente te dejas subestimar por ella, realmente eres un incompetente y perdedor, siguiendo con las mismas ideas, pensamientos que se estacan en la bonanza y en la lentitud.
Puedo ver a otros demostrando su felicidad al mundo, casi sin importarle nada y ni esperar nada a cambio de él. Con sus propias decisiones y sus propias filosofías de vida, y con una logística autónoma. Que tratan de decirle a un sistema egocéntrico y superficial. ¿Aquí estamos? ¿Mírennos? No se dejen llevar por pensamientos superfluos, que lo que más hace es aterrorizarte y desconcentrarse.
Este gran viaje a las estrellas, sin escalas ni paradas, fue algo experimental, algo volátil de vez en cuando. Pero que no supe aterrizar, no savia como hacerlo, intente probarlo, quería ayuda, pero mi rabia no me la dejaba estaba dominado por ella. Estaba muy impotente y a la vez deseoso, pero no supe. Mi mente no rebobinaba ideas, pensamientos estaba en blanco, no supe utilizar la creatividad, estaba desvaneciendo poco a poco.
No necesitaba de algo sobrenatural, ni mucho menos algo esotérico que me pudiera ayudar. Pero las estrellas eran hermosas, muy luminosas, a veces empañaban la visibilidad, de ahí se podía ver, como los continentes separados, por distintas culturas, idiomas, religiones y pensamientos seguían entorno a un camino en el que estaba muy lejos de ellos, muy nuboso, no presenciaban bien, algunos desistían y volvían, pero otros de forma infalible seguían, era el camino de la libertad, el despojamiento de todo, donde todos fueran una sola cultura un mismo idioma y con mismos pensamientos, sin odio, sin prejuicio. En donde los más fuertes llegaban para sí poder escaparse de este mundo y nunca más volver.
Esa aterrizada algo improvista, de momento a otro, me dejo algunas cicatrices, por tiempos heridas, que tardaron en sanar, muchas visitas a médicos, y con algunos tratamientos innecesarios.
Ahora solo me quedo en los recuerdos, en lo fantasioso que fue y lo atrevido que fui, nunca pensé visitar las estrellas, lo maravilloso que pudo ser, tal vez podría narrar a otras personas como fue ese inesperado despegue, sería muy explícito, pero de las consecuencias que podría desatar el aterrizaje podría desistir a cualquiera.
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