Mirame sin decir nada III- EL DILDO DE PARED
Por morboconestilo
Enviado el 29/10/2014, clasificado en Adultos / eróticos
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Mírame sin decir Nada III-El Dildo de Pared.
El chorro del agua continuaba produciéndola un sinfín de sensaciones gozosas en el excitado sexo de Martina. Sé roció a borbotones con aceite sobre su busto produciendo visualmente un sexy contraste el moreno de su piel con el brillo y las gotas de agua. Comenzó a acariciarse los dos pechos a la vez al ritmo de su respiración agitada y de la música. Los apretaba con ansia y fuerza tirando de sus pezones que deseaba chuparlos para él, pero su tersura se lo impedía y solo permitía que la punta de su lengua los rozara levemente. Tiró de ellos tan fuerte que sintió un dolor intenso pero la sensación no la detuvo si no que produjo que su excitación aumentase. Continúo acariciándose muy sensualmente, extendiendo el aceite por todo su cuerpo mirándole sin decir nada.
Saco el Dildo de su caja, lo observo con ojos lujuriosos y cómplices, unidos a la necesidad que ya tenía de sentirlo dentro y disfrutar con él para él. Lo pego con fuerza al final de la mesa, colocó la manguera de manera que una especie de lluvia fina que cayera sobre su espalada y culo. Se colocó a cuatro patas encima de la mesa volteo su cabeza para que su melena mojada quedara extendida en su espalda. Mientras avanzaba estilo gata miro ardientemente hacia la sombra mientras se mordía el labio y su lengua dibuja el contorno de su boca. La pareció que por la posición de sus brazos él la observaba con unos prismáticos, lo que por un momento la hizo detenerse y sentir vergüenza. Volvió a mirarle intensa y morbosamente ahora si confirmo que él la estaba observando. Sin saber porque la salía de dentro esa sensación de provocación y seducción hacia la sombra, sacaba la zorra que nunca pensó que tenía dentro y esto la producía una excitación desconocida pero que la hacía enloquecer hasta límites insospechados. Dejar su timidez y complejos de lado para llenarse de una seguridad y morbosidad que la hacía perder la razón y ser solo placer. Miro hacia el dildo erecto en el borde que parecía llamarla para satisfacer sus ansias .Se relamió y continúo avanzando hacia él.
Él no podía creer lo que sus ojos veían atreves de sus prismáticos y nunca pensó que al aquel regalo que le pareció inútil las navidades pasadas le pudiera obsequiar con aquella visión tan increíble y brutal que estaba viviendo a trasvés de ellos.
¡-Nooo . puedeee ser vecinitaaa!...... que ahora saques ese consolador y te vayas a entregar a él. Su respiración era entrecortada notaba como resbalaban gotas de sudor por todo su cuerpo y de nuevo una brutal erección estaba a punto de reventar, lo que producía un temblor en sus piernas. Pero no podía ni un momento dejar de mirarla porque la deseaba con un ansia fuera de su control y una sensación totalmente desconocía le hacía perder la razón y sentir un deseo casi animal de follarla.
Lamió varias veces el Dildo con extrema delicadeza desde la base hasta la punta dejando caer su saliva por el glande para observar como resbalaba y después volverlo a lamer. No había piel ni olor pero tenía sensaciones nuevas que la provocaban más placer que muchos de los hombres con los que había estado. Necesitaba follarse al dildo como si fuera la verga de su mejor amante, volverle loco de placer hasta hacerle perder la conciencia lo mismo que ella. Siguió chupándolo con ansias y sintió el deseo de introducírselo entero en la boca, aunque la asustaba el tamaño la excitación orgásmica que se producía en todo su cuerpo no la dejaba pensar, solo sentía la necesidad de gozar para él. Noto el dildo llegar a su garganta y unas arcadas profundas provocaron unas lágrimas y que por un instante indujeron a que se apartara. Miro hacia el ventanal y un ansia de polla se apodero de ella y la volvió a devorar hasta que su sexo pedio a gritos húmedos que le introdujera en su interior para devóralo él también .Se puso de cuclillas mirando hacia la sombra abrió sus piernas y muy poco a poco comenzó a introducirlo en su estrecha vagina .Su sexo quedo abierto y expuesto con todo descaro para que él lo contemplara y pudiera observar como aquella verga se introducía al camino del placer y del orgasmo.
Comenzó un movimiento lento y suave de arriba abajo y al contrario .Cuando noto que su útero quedaba lleno, la invadió un cierto dolor placentero que la hizo que sus movimientos fueran cada vez más y más rápidos como profundos, acompañados de unos gemidos de placer que se escuchaban en varias terraza. Pero ella ni se escuchaba, salían tan de su interior como sentía aquel falo. Percibía como manantial de fluidos revelaban por él. Un tsunami orgásmico invadió todo su cuerpo llenándole de contracciones y rugidos de placer. Entre los suyos creyó oír unos alaridos orgásmicos provenientes de la sombra, pero cuando pudo recuperase miro y ya no estaba
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