HISTORIA EN VERSO DE UN RINOCERONTE REINVENTADO JAMÁS VISTO POR DURERO

¿De dónde sale tan raro ejemplar?

¡Dichosos mis ojos por poder contemplar

Esta extraña especie animal

Bien salido de lo normal!

Y es que no es habitual

Su agitada historia oír relatar

Pobre rinoceronte descomunal

¡cuántas vueltas tuvo que dar!

Pues de la India fue enviado

A Don Alfonso de Alburquerque

Sin motor y sin remolque

Un bonito rinoceronte.

Tal presente le hizo pensar

En su soberano de Portugal

A quien con ánimos de halagar

En un barco lo hizo flotar.

Con destino hacia Lisboa

Le obligaron a pasar

Unos ciento veinte días

De amarga y larga travesía.

Una vez llegado a puerto

En la “casa de fieras” lo alojarían de momento

Frente a manadas de elefantes

Era el animal más elegante.

¡Tanto Plinio Don Manuel

No le sienta del todo bien!

Mejor novela de amorío

Y se deja usted de tanto lío.

Para salvarse de sus pecados

Envía a la bestia al papado

Ataviado y bien lucido

Lo embarcan encadenado.

Y de Portugal hasta Roma

Vía Tajo discurrió

¡Pudiera ser un buen atajo!

Pero el barquito se hundió.

¡Pobre rinoceronte!

¡Qué angustioso final!

Más cuando al hallar su cadáver

Su piel se le hizo quitar

Para rellenarla de paja

Y a curiosos saciar.