El amante de la amante (Parte II)
Por ALVARO VILLA REY
Enviado el 02/11/2014, clasificado en Adultos / eróticos
4695 visitas
Mi tia ejercía la prostitución en esta calle, tengo fotos de ella cuando estaba en su máximo esplendor de belleza, también de su marido, mi tío Blas, además los dos eran mis padrinos, el venia a menudo con su moto Lambreta hasta Bermeo a verme, como no tenían hijos, yo era su ojito derecho y también el izquierdo, era el niño que tenia los regalos mas bonitos y mas caros del barrio.
Mi madre a su hermana le tenía prohibido venir a casa, solo le permitió el día que se murió su madre, mi amuma (Abuela) incluso mi madre le pidió que por favor no se acercase nunca por Bermeo.
Mi madre, decía que mi tia era muy guapa, se parecía a una actriz de cine. Yo conocí a una mujer acabada, demacrada, alcohólica.
Cuando mi tia llamaba a mi madre por algún motivo de mayores que yo nunca llegue a conocer, entonces veníamos hasta esta calle, Las Cortes; Teresa que era como mi segunda amuma, mi madre y yo un niño, siempre veníamos por las mañanas por si acaso algún conocido del pueblo nos veía por aquí, para no darle motivos de malos entendidos, supongo que también para proteger el honor de mi padre.
Gaizka y yo entramos en el bar El Gato Negro, la camarera es una chica rubia, ligerita de ropa, muy guapa, fuera del mostrador hay mas señoritas, aún mas ligeras de ropa que la camarera y otra sentada al final del mostrador vestida de negro con un traje de calle, muy elegante, morena, preciosa, es la que mas nos gusta y ha llamado nuestra atención.
Pedimos dos chupitos de whisky, mas un par de botellines de agua mineral.
Gaizka me mira, tengo que adivinar que es lo que quiere, decir o hacer.
.- Gaizka ¿te gusta la del final de la barra, la que esta vestida, la morena?
.- ¡Si! Esa, esa es la que me gusta mucho.
.- Bueno, pues acércate a ella y pregúntale ¿cuánto cobra?
.- ¿Voy?
.- ¡Si! Anda vete, pregúntale ¿Cuánto cobra?
Le noto nervioso y vacilante, va lento y con miradas hacia atrás, donde yo estoy. Llega hasta donde esta la morena.
Apenas tarda unos segundos, regresa a mi lado, viene rascándose las sienes, este es el gesto que hace Gaizka cuando esta nervioso.
.- Aitor me ha dicho que no ¡Ella no trabaja!
Otras señoritas que están en el bar, rápidas salen a la captura del cliente antes de que nos marchemos del local.
Son también muy bonitas, las meretrices nos agasajan con caricias y tocamientos, no lo voy a negar aunque no vaya a subir a ningún lugar con estas señoritas, les dejo hacer. Saboreo este dulce caramelo que no tengo pensado degustármelo.
Gaizka me despierta de mi ilusión y del engaño que estoy haciendo a la meretriz.
.- ¡Aitor voy a subir con esta chica!
.- Ondo dau! (Esta bien) tomate todo el tiempo que quieras, yo voy a estar aquí en el bar, tranquilo.
.- Agur, gero arte, itxaron amen. (Adiós, hasta luego, espérame aquí)
.- Bai! juen trankil. (Si, vete tranquilo)
La preciosa señorita que esta conmigo contoneándose y rozándose contra mi cuerpo como una gatita me anima a que le acompañe.
.- Aitor ¿Te llamas así?
.- ¡Si!
.- ¿Subimos tu y yo?
Para terminar ya el jueguecito y no hacerle perder más tiempo a la señorita le digo.
.- Cobro cinco mil pesetas ¿Vamos princesa?
Ella enojada y maldiciendo en su idioma se retira.
Me he quedado solo en la barra del bar, igual que la morena que está en la otra esquina de la barra.
Entran clientes, las chicas se van en compañía de algunos hombres y entran otras a la espera de más señores.
Aquí me encuentro solo en medio del mostrador soportando este trasiego de parejas buscando y haciendo tratos para el sexo.
De vez encuando miro a la morena sin que ella se de cuenta.
Cada vez que entran nuevos clientes, van directos a su busca, es muy bonita, ella tiene que estar espantándolos a todos.
Termino mi whisky, decido ir a la esquina donde esta la morena.
.- Hola ¿puedo tomarme otro güisqui aquí tranquilo a tu lado?
.- Depende.
.- ¿Depende de que? si yo no quiero subir con ninguna, solo quiero tomarme otro güisqui tranquilo mientras espero a mi amigo.
.- Si es solo para eso ¡Si!
.- Mujer, estoy en medio de la barra sin necesitar compañía, me da un poco de vergüenza
.- Quédate, así a mi tampoco me van a molestar mas ¡Que pelmas!
.- Yo no quiero ser ni parecer ningún pelma.
.- Eso también depende, acabas de llegar.
Continua.......................
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales