Pánico en la ciudad, no domino mis sentimientos. Gritos, alaridos y todos escapan. ¿Qué podrían razonar ellos? Nunca entendieron mi mente, creen que no tengo solución. ¿Seré un loco o un simple visionario? Viciado por el juego y la soledad, la única esperanza es aniquilarte. Te sentí parte de mi desde aquel fatídico día en el que la vida me dio la espalda. Fuiste mi sombra eterna, la viva representación del mal. Dos caras de la misma moneda, dijeron. La tan temida doble vida
Ojalá me hubieses importado menos, sueño con que hoy seamos dos extraños más. No hay matemática capaz de resolver nuestro dilema, dos almas atrapadas en un mismo cuerpo y las mismas ganas de volar. Cuando oscurece, tomas fuerza. Siempre logras salirte con la tuya, amarga condena. ¿Con qué arma lograré librarme de ti? Envidio tu valentía y tus ganas de vivir, pero para ser exitoso en tu plan necesitarás de mi paciencia, sin ella lo que a ti te hace vivir se consumirá, nunca podrás ver la luz.
No llego a la escalera sin desplomarme y siento la tan esperada liberación, era tan sencillo, solo necesitaba apretar el gatillo.
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