Incertidumbre traksuliana.

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Xaentis no estaba en calma aún. La guerra había terminado pero la esencia estaba tocada. Las dudas llegaron. Sobre todo en los hechos que involucraron la batalla por Traksulah.
El planeta entero junto a todo el Imperio estaba a la expectativa ya que los comandantes de flota supremos vencedores darían un discurso sumamente importante. Todos y cada uno de los mlodharianos dentro y fuera de Xaentis aguardaban impacientes. Hubo un eterno silencio en el universo.
Pero la espera había terminado al fin. Las pantallas lumínicas aparecieron en cada rincón de Xaentis; en cada una de las millones y millones de plataformas imperiales esparcidas por toda la extensión del Imperio. Nadie ni nada podría perderse el suceso. En ellas, se imponía el comandante de flota supremo Dermini´Klat´Soor, no usaba su armadura. Tenía el torso descubierto, lleno de magulladuras y alguna que otra cicatriz. Sus ojos destilaban honor y determinación sin igual. Se mantuvo callado por eternos minutos antes de comenzar.
_"Querido pueblo; - Comenzó. Su voz era firme y en todo el Imperio se escuchó claramente - queridos integrantes del Imperio Mlodhar. Muy bien saben que el conflicto bélico con la especie Drem ha finalizado luego de intensas batallas y estrategias casi igualadas. Esto no sólo demuestra el poder de la esencia sino también el de nuestra unidad como raza y como imperio. No teman más. Mucho menos estén inseguros, porque la duración de esta guerra no demostró nuestra vulnerabilidad, demostró nuestra habilidad de adaptación a cualquier cosa. Demostró nuestra rápida determinación, planificación y ejecución de decisiones que al final dieron los resultados deseados. Pero sobre todo, la guerra demostró que no importa qué ni quién amenace al Imperio, unidos nada podrá destruirnos. Así entonces debo agradecer a cada una de las civilizaciones que forman parte de la Unificación por haber prestado apoyo solidario, necesario y voluntario por el bien de todos. Me complace decirle a todo el Imperio que los beneficios mutuos se incrementarán por valores incalculables, las conquistas serán multiplicadas y se abarcará mayor extensión sobre el universo profundo. Pero vuelvo a repetir, no deben temer por alguna otra amenaza similar a la Drem, estaremos preparados para lo que sea. - Calló por unos instantes y luego continuó - Voy a pedirles un favor con respecto a la batalla por Traksulah antes de retirarme.
Sabrán que allí ocurrió un suceso extraño y, con el debido respeto a todas las familias que perdieron a sus combatientes allí, estúpido a su vez que pudo haberse evitado fácilmente. El planeta poseía una súper arma en su interior de procedencia desconocida. Muchos habían explicado que se trataba de una última defensa traksuliana, pero estamos convencidos de que no es así, su tecnología no era capaz siquiera de igualar semejante obra. Antes de nuestra llegada, incluso antes de la guerra, los traksulianos originarios habían padecido intensos conflictos internos que estaban solo empeorando, así que gran parte de la población, por no decir todos, abandonaron el planeta en una acción nómada sin igual. He aquí el problema: ¿A dónde se fueron? ¿Por qué no se sabe absolutamente nada de ellos? ¿Por qué no regresan? Creemos que recibieron ayuda externa por parte de una fuerza desconocida, la misma que dotó a Traksulah de su súper arma. Todos aquellos que sepan cualquier detalle o posean información que nos acerque aunque sea un milímetro más a este misterio, deben proporcionárnoslo. Por el bien propio; por el bien del Imperio, y por el bien de aquellos que murieron en las fauces de esta masiva arma.
Soy Dermini´Klat´Soor, comandante de flota supremo, séptimo vencedor en la guerra Drem." - Su imagen se esfumó -
Dermini´Klat´Soor abandonó la cámara ilusoria y se reunió con los otros seis comandantes de flota supremos vencedores; Amenar´Fist´Deimoos; Xui´Drat´Sor; Vemeric´Huit´Deimoos; Domini´Kla´Soor; Tui´Drak´Gaar y Yeuk´Vaalt´Gar. Todos ellos estaban en la central de mando supremo, estructura colosal e imponente ubicada en Xenorencia, ciudad capital de Malaer, cuarto mundo junto a Xaentis, Frankfuria y Furentis.
_Comandantes supremos - dijo él haciendo ademanes de respeto - A partir de ahora las conquistas deberán ser sumamente cuidadosas, ya que nuestro nuevo objetivo es descubrir el paradero de los traksulianos. Cada conquista que realicen debe mantener un estricto procedimiento de búsqueda. Todas y cada una de las naves serán provistas con los datos traksulianos y posibles rastros. No deben saltearse ninguno de ellos, tendrán que enviar informes cada 2 horas sincronizadas.
Ustedes bien saben lo peligroso de esta situación, no cometan errores estúpidos.
Todos ellos asintieron con sus cabezas pero nadie habló. Sólo se mantenía el eco imponente de su voz.
_¿Qué hay de Milá Tidriso? - preguntó Amenar´Fist´Deimoos minuos después, pensativo - Él también desapareció.
_Amenar tiene razón - respondió seriamente Yeuk´Vaalt´Gar - debemos seguir su rastro también.
Dermini´Klat´Soor abandonó la reunión apresuradamente dirigiéndose a los paneles lumínicos, hizo movimientos con sus brazos y manos ordenando a los haces de luz que formaran un cuadrante galáctico detallado en todo su esplendor.
_¿Xolaris? - preguntó Domini´Kla´Soor extrañado hasta los dientes -
Ante el completo asombro de él, y los otros 5, la imagen detalló un rastro dejado por una nave mlodhariana de clase Vlezho.
_¿Cómo es esto posible? - Gimió Vemeric´Huit´Deimoos - Ocultar el rastro sin motivo es traición al Imperio; es traición a la esencia, comandantes, esto debe quedar entre nosotros y resolverlo ahora es primordial.
_También es traición ocultar cosas, Vemeric. ¿O acaso lo ha olvidado? - Exclamó Amenar´Fist´Deimos -
_¡No podemos arriesgarnos a poner en peligro la esencia! - Refutó secamente Tui´Drak´Gaar en un intento por defender el planteo de Vemeric -
_Basta. - Ordenó Dermini - Mientras ustedes, y todos celebraban la victoria, yo investigué los hechos de Traksulah. Siempre noté que allí algo raro había. Fue entonces como descubrí que la súper arma no había destruido todas las naves de nuestra flota. Faltaba una: la Keeyxeha. - Explicó - Estoy convencido de que Milá Tidriso se fue con ella.
_Imposible, un nitduano no puede pilotar una Vlezho - contestaron todos casi al unísono -
_Comandantes - suspiró Dermini - Tidriso no se fue solo. Drat´Tla´Mir y un escuadrón de guerreros primero fueron con él.
Nadie dijo nada, como si todos hubieran entendido por fin que todo lo dicho tenía una sorprendente validez.
Dermini entonces señaló la imagen lumínica donde finalizaba el rastro. Dijo:
_El rastro termina aquí. Saldremos con Lealtad en una semana, prepárense.
_Muy bien - Respondieron todos - Que así sea.
Dermini observó una vez más el rastro y susurró para sus adentros:
_Voy a encontrarte nitduano, voy a encontrarte.


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