Esa primera noche II

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- Termina tu historia o paro.

No cabía reparo en su mirada. Noté como introdujo sus dedos en mi sexo, con ganas, con fuerza… sin quitarme las bragas… Mirándome fijamente, e incluso algo serio… Y yo abrí la boca, pero lo único que salió de mi interior fue el primer jadeo intenso… Estaba mojadísima… Cerré los ojos e inspiré… Mi cuerpo no paraba de temblar mientras seguía metiendo y sacando sus dedos con intensidad… Y entonces frenó de repente…

- He dicho que hables, o paro…

Y hablé. Le iba contando el final de la historia, y mientras, él continuaba, sin cesar, y cada vez más rápido y ágil, introdujo el tercer dedo…

- “Así me gusta…”, susurró

Y yo exploté, entre palabras y gemidos… Sus dedos dentro de mi… Incesante… Acercó su boca a la mía, y con los labios pegados, dijo “quiero que seas mía…”

Y en ese momento… Me corrí… Terminando así, ese primer amor, esa primera historia… Y ‘U’ me besó… Mientras entre nuestras bocas se quedaban mis gemidos…

Menuda sensación… ¿Cómo podía provocarme, excitarme de esa manera…? No podía responder a eso y menos en aquel momento… Él me sonreía, y me fijé en sus ojos… en su mirada totalmente lasciva… Y atacó con su boca a mis pechos… Mordiendo, chupando, lamiendo, succionando… Veía como jugaba con mis tetas como le venía en gana… Quería continuar el juego, pero esta vez lo notaba más fiero, más animal… Y eso me ponía aún más si era posible… Notaba como su vaquero estaba a punto de estallarle… Y me incorporé para desabrochar ese dichoso botón que impedía que pudiera deleitarme con aquella erección, que sabía que me iba a volver loca… Pero me paró en seco y me tumbó con fuerza de nuevo… Me quedé sin habla… ¿Qué hacía…?

- Ni se te ocurra moverte…

- Pero ¿por q……..?

No me dio tiempo a reaccionar… Me había dado una cachetada en la cara…

- “No me vas a tocar… Sólo te voy a tocar yo a ti, por ahora… Sólo vas a hacer lo que te mande o lo que yo quiera que me hagas… Nada mas…” Me dijo mirándome fijamente a los ojos en búsqueda de mi asentimiento… Mientras estrujaba con mucha fuerza mis pechos con sus manos…

Me hacía daño… Pero era un daño distinto… Abrí la boca para decir que sí y me la tapó con la suya… Besándome… Con ansias… Un beso que denotaba rabia, lujuria… Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo… ¿Qué estaba pasando…? (y sobre todo…) ¿Qué iba a pasar…?

Me sentía totalmente a su merced… Y aunque no estaba preocupada… Algo me inquietaba de todo ello… ¿Realmente quería seguir con esto…? ¿Por qué lo preguntaba si sabía ya la respuesta…? Sí… Sí… Sí… Sin duda alguna… Y le devolví ese beso animal…

Se apartó un segundo… Me retiró el pelo de la cara… Y me observó un instante… Su mirada se clavaba en cada una de las facciones de mi rostro… Me intimidaba… Me agarró de la barbilla con fuerza y me lamió la cara…

Entonces se incorporó, cogió mis piernas con fuerza agarrando mis muslos y las alzó, dejando al descubierto mi coñito húmedo… Y bajó… De sopetón…

Empezó chupando y besando la parte interna de mi muslo, haciendo dibujos con la punta de su lengua… Y se acercó peligrosamente a mi coño… Pero se volvió a alejar… Me miró a los ojos desde abajo… Sabía que sonreía maliciosamente… Quería recrearse en la espera y en mis ansias… Eso me dejó aún más mojada que antes… Chupó el pliegue donde las piernas juntan el sexo, y son sus labios presionó la superficie de mi raja... Yo no paraba de moverme, y trataba de forzar que se acercara a mí aún más… Me besó suavemente y después más fuerte… Entonces usó su lengua para separar los labios de mi coñito, y comenzó a correr su lengua arriba y abajo… Con destreza… Por todo mi sexo… Dándome esos dulces lametones... Separó más mis piernas con sus manos… Me follaba incesante con su lengua… Estaba entrando en un auténtico éxtasis de placer… Y al levantar la vista y ver mi cara… Llevó su lengua hasta la parte superior de mi raja y sintió por completo todo mi clítoris… Chupaba fuerte y presionaba… Y arremetió su lengua contra mi clítoris… Eso provocó que mis piernas se estremecieran… Y que agarrara con fuerza su pelo… Atrayéndolo aún más a mí… Y me miraba… Estaba a punto de correrme… Ambos lo sabíamos… Y por ello, chupó más fuerte todavía… Levanté mi pelvis por la tensión del orgasmo y gemí… y gemí… y gemí… “No pares… No pares… ¡NO PARES…!” Era lo único que salía de mi boca entre los incesantes jadeos… Y no paró… Introdujo sus dedos y a la par que chupaba todo mi ser, me follaba con sus dedos… La intensidad no bajaba, sólo aumentaba… Y mis piernas no paraban de temblar en aquel loco e incesante juego… Me corrí… Pero ‘U’ no paraba… Seguía… y seguía… Era una sensación indescriptible… Nunca en la vida me habían hecho eso de aquella forma… Y volví a correrme… Mis jadeos iban a más… Y más fuertes… Su lengua entraba y salía de mi coño… Y yo no paraba de contraerme… Se me tensó todo el cuerpo… En cada orgasmo le agarraba aún con más fuerza del pelo… Y él continuaba sin piedad ni pudor… Follándome con sus manos, su lengua… Gritaba… Gemía… Aquello no tenía cabida en el mundo… Y exploté por última vez… En un intenso “DIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOS MÍOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO”… Acababa de correrme por séptima vez…

Y tirada en el sofá... Sudando... Y aún intentando controlar mi respiración... Supe... Que aquella noche… No acababa más que empezar…

(Continuará...)


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