Denunciar relato
Mirándote no sé qué es lo que espero me dijo la señorita del espejo, con tal brusquedad que no aguanté las lágrimas-.
No me permitía dar argumentos. Siempre que quería decir algo, ella abría la boca. Parecíamos un par de niñas, repitiendo cada palabra de la otra burlonamente, con el afán de hacer llorar a la menos paciente. Cada encuentro, la misma pelea.
Un día me la encontré y sólo me dirigió una sonrisa. Tal vez dejó de esperar algo de mí
o tal vez aprendió a ver mejor.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales