El "puterio" de nuestra televisión

Por Montse N
Enviado el 22/11/2014, clasificado en Reflexiones
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-¿Sabes quién es José Cela?
-¿Ese qué es un tronista de mujeres y hombres y viceversa?

No se si reír o llorar, porque estoy segura que si le pregunto esto a algún chaval de hoy en día, esta sería su respuesta. No por nada, pero viendo el tipo de programación que le gusta a la gente me da a mí que muy culturizados no están.
Hombre,digo yo que habrá de todo, pero por lo que yo he visto a la mayoríase les deben haber suicidado las neuronas al ver el panorama, o nacieron sin ellas, eso ya no lo sé.

Y que conste que no generalizo, no me gusta. Pero teniendo algo más de tiempo libre de lo habitual y viendo lo que nos acompaña durante todo el día en nuestra televisión, me he dado cuenta de que el rol es el mismo: marujeo y puterio.
No encuentro otras palabras para definir nuestra televisión. ¿O si?
¡Ah si! Una puta mierda.

Me da vergüenza que la mayor ilusión de una chica de 14 años sea ver al soplapollas que aparece como tronista en una discoteca. ¿Enserio? Pero la culpa no es de los jóvenes, ya que eso no seria posible sin la ayuda de sus padres, que suelen ser peor que ellos.

Me dice mi hijo que se va al programa de Adán y Eva a encontrar el amor y lo único que se va a encontrar cuando me lo diga es un sartá de collejas.
¿Eso es un programa para encontrar el amor? No me jodas. Vamos a parar a analizarlo un momento.

Tienes tres días, sí, tres días, para enamorarte de la pareja que te pongan (que encima, ni eliges tú) Por eso te ponen al lado de la cama una cajita muy mona llena de preservativos, por si tienes mala suerte y no surge el amor, por lo menos que te lleves un polvo.
Claro que, en esos largos tres días probablemente no acabéis solos, puede que aparezca una tercera persona para hacerlo aún más "emocionante"
Entonces, lo de Adán y Eva ¿por qué narices es? Si en el paraíso solo existían dos personas, no se que pinta una tercera rondando por allí. ¿De dónde se supone qué sale? ¿Del coño de la Bernarda?

Si no nos bastara con este fabuloso programa, tenemos otro llamado Mujeres y hombres y viceversa (Viceversa: Al contrario, por lo contrario; cambiadas dos cosas recíprocamente.) Por si no lo sabíais, que lo dudo.

Un programa con una regla muy sencilla y que prácticamente el 80% de los participantes incumple: no tener ningún tipo de relación con nadie fuera del programa. Parece simple ¿verdad? Pues no te preocupes, que si eres uno de los catetos que va y que encima incumple las normas no pasa nada, te quitan del trono y te sientan junto a la presentadora para trabajar como colaborador. Vas a encontrar el amor y si no surge, por lo menos sales con trabajo.
Hasta aquí lo puedo entender medianamente bien, pero que vayan a conocer al amor cobrando... ¿Hola? Es como si a mi me hubieran pagado una nómina para conocer a mi marido.

Me crispa... Me crispa que una persona de hoy en día aspire a salir en uno de estos programas, que bajo mi opinión, para lo único que se va es por el famoseo. ¡Ah si! También para ver tetas y hombres embutidos en pantalones de mujer.

¿Nuestras aspiraciones llegan a ésto?
¿Te sentirías orgulloso de ver a tu hijo ahí?

Yo no. Y ojo, que no soy ninguna mojigata, ni ninguna reprimida. El sexo es bueno, y lo mejor que ha inventado nuestro creador (si lo hay) Y si, conocer a personas también está muy bien,pero me gustaría que mi hijo no tuviera como referentes a una panda de chonis que ni siquiera saben que "sábado" se escribe con "b" de burro,calificativo que les daría sin dudarlo a cada uno de ellos.

Yo me crié con el Equipo A, El príncipe de Bel Air, Cosas de casa y no por ello encuentro que esté desubicada, ni anticuada.

Pienso que hay maneras y maneras de enseñar, de aprender, de educar.
Me da asco ver la clase de valores que se le están enseñando hoy en día a los jóvenes. Aunque pensándolo bien, la culpa es nuestra.

Nuestra por darles la fama (como yo ahora nombrando este tipo de programas) nuestra por verlos una y otra vez dándoles audiencia (que por si fuera poco, te vuelven a retransmitir el programa al día siguiente, por si has tenido la mala suerte de perdértelo o quieres volverlo a ver) y nuestra, por permitir que un medio como es la televisión, nos mangonee de ésta manera.