No quiero una foto ni en color ni en blanco y negro porque lo único que vería sería la ilusión de un momento pasado al que debo llamar recuerdo y no hay recuerdos compartidos.
No quiero un principio porque delata, tan solo ya la palabra, la existencia de un final de los que no se puede evitar.
No quiero un mañana porque si algo he aprendido del ayer es que será un recuerdo en futuro que algún día se convertirá en pasado haciéndome ver que sólo fue una ilusión.
No quiero un amor que cambie mi vida porque los tiempos que corren, que no sé hacia dónde, me han enseñado que sin moneda no hay cambio y soy demasiado pobre.
Tal vez quise y tal vez querré pero hoy, en este momento, recuerda que fue el que te deje de querer y como el momento es mío, de lo poco que tengo y debo atesorar, he decidido que ahora, en este preciso instante, ya no quiero ni debo quererte y, como consecuencia, tampoco debo, en el más amplio sentido de la palabra, querer.
Sólo quiero no querer.
en colaboración con Marina Pes Navarro
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