Sin dolor

-Ay - exclamó la pequeña de seis años - me clavé una espina

- Ven acá - dijo la abuela - Yo te la quito sin dolor

- ¿De veras, abuelita? - Dijo la nieta mientras se acercaba confiada

- Te lo juro - Confirmó la abuela al mismo tiempo que besaba la cruz en su mano

La abuela empezó a extraer la espina con una aguja desinfectada con fuego y alcohol

- Ay - gritó con dolor la niña y reclamó a la abuela - Tú me dijiste que sería sin dolor

- Y es sin dolor - Contestó astutamente la anciana - ¿Lo ves? No me ha dolido