¿REPUGNANTE?

¿REPUGNANTE?

…La tengo en la mano…

Estoy sentado delante de mi ordenador, después de zamparme seis huevos fritos, unas aceitunas negras deshuesadas, dos cabezas medias de cebolleta, y todo esto regado abundantemente con un crianza medio regular. El café ardiente y amargo, junto con el cigarrillo americano están completando el festín.

Imaginé como mis alumnos y alumnas se iban a desmadrar por ahí, y por un momento les envidié. Solo por un cortísimo instante.

Es un viernes por la tarde. Todo el mundo se estará preparando para ir a emborracharse, para luego follarse, y a media tarde del sábado, quejarse de la monumental resaca y la perdida de memoria.

He vivido todo esto. Pero lo que mas recuerdo son los lamentos.

“¡Como he podido cepillarme la guarra esa! ¡En el patio trasero de la discoteca, entre los cubos de basura y los vómitos! ¡El sudor! ¡Mi madre! ¡Sin condón! ¡Que asco! ¡Que miedo! ¿Y donde cojones me corrí? ¿¡Dentro!? ¿Fuera? ¡Espero que sea en la boca! ¡Sálvame Señor!”

Lo que me producía verdaderos escalofríos, eran las manchas a todo color por mis calzoncillos. Justo en la parte interior delantera.

Seguía un análisis de sangre, y si todo saliese bien, pues a contarlo.

…Como os decía, la tengo ya en la mano.

En la izquierda, ya que en la derecha esta el “ratón”.

Con los pelos de mi culo desnudo, noto el frescor del cuero negro del sillón, y esto me provoca placidas sensaciones.

Me la estoy manejando, como la palanca del cambio…de algún coche ingles claro…jaja…por lo de la izquierda… Primera, segunda, tercera…ahora marcha atrás.

Mientras tanto, entro en el sitio Web adecuado.

¿A ver que tenemos?  Maduritas, amater, rubias, anal…

Bueno pues, mmm…en amater, sexo anal con rubias. ¡Eso es!

La tengo en postura férrea, pero todavía con la capucha puesta.

La retirada de la capucha es un momento especialmente sensual.

Agarro suave, pero firmemente mis dos huevos, y tiro para bajo lentamente, hasta que el cabezón inflado salga exhibiendo todo su esplendor.

Por un momento me habrá parecido ver, treinta pares de jóvenes ojos, mirándome con burla y reproche.

Mañana me ocuparé de vuestros exámenes. ¡Mimados niñatos!

Un propósito espasmo muscular, y acabo pringado de semen hasta los pezones.

Sigue el habitual bajón…cortito por suerte…y ya estoy.

Tengo que preparar algo para cenar, quitarme el aliento cebollero y abrir una botella de vino decente. Igual una duchita también.

La coleguita de educación física vendrá a tomar… algo.

Una recién divorciada “castaña”, con unos tobillos, y un culo…

Ya os lo contaré.

Me pregunto si lo que estoy asiendo me tenía que dar vergüenza.

Pajearme digo, con mis 55 tacos.

¡Joder! Es un momento íntimo, entre mi soledad y yo. No ibais a creer, que se lo contaría a alguien.

¿Verdad? …

Rúen Pautalia

13.01.2013