Nuestro amor nace aquí cada mañana
cada vez que sonríes y me saludas
desde el lado derecho de la cama
Y después: Por favor, ¿puedes? ¿Me ayudas?
Te respondo que sí, ¿Qué otra me queda?
No. No es cierto mi amor. Sólo era broma.
Me levanto y te ayudo como pueda
aunque tenga que hacer circo y maroma.
Pero justo es decir que me conviene
levantarme temprano y ayudarte
Pues besarte temprano me mantiene
con más pasión de la que puedo darte.
Por la noche, cenar es la antesala
del manjar de tus besos y caricias.
Conversar con humor. Cenar con gala.
Y el amor que se da, lo que propicias.
Lo que sigue después no se comenta
Porque aquí debe estar clasificado
Sólo puedo decir que una tormenta
se avecina en el cuarto preparado.
Y después del ciclón viene la calma.
Ella viene feliz hasta mi pecho
La recibo y así, palma con palma,
nuestras manos unimos en el lecho.
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