Denunciar relato
- Se ha dañado mi aparato de golgi y quiero repararlo - Se quejaba en voz baja Sebastián frente a su amigo Ernesto
- Yo sé dónde llevarte - Se ofrecía Ernesto, al escucharlo tan desesperado
- ¿Sabes dónde lo arreglan? - inquirió preocupado Sebastián - Es la primera vez que se me daña. No sé qué hacer. Ni sé dónde se arreglan
- Por supuesto, no te preocupes. A un compañero se le dañó el retículo endoplamático
- ¿Y qué pasó? ¿Lo arreglaron?
- En realidad, no lo sé. Pero lo tuyo es sólo el aparato...
Pero Ernesto no le dijo a sebastián que TODAS las células dañadas mueren.
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