Nathy no me acompaño

Nathy me ha dicho que ya no estoy saliendo mucho, y le respondido que siempre ha sido así, casi no me gusta salir, y ella lo sabe bien.

Me invito a su casa para tomar unas cervezas, y fumar unos cigarrillos, pero me he negado, le dije que para otro momento mejor.

Y se ha puesto un poco fastidiada, no me ha querido contestar el celular casi una semana, le he tratado de escribir al wassap y tampoco me ha contestado. Seguro quiere que valla a buscarla a su casa, que en si está muy lejos y no me gusta caminar y peor aún subirme a un bus repleto de parroquianos feligreses rosándote la espalda. Su mamá llamo esa noche, aclarándome que su hija ya no quiere nada conmigo, y yo solo me quede callado escuchándola.

Creo que Nathy ya no me importa. Pero si la quiero. La deseo por momentos. Pero ella parece que no me quiere como soy. Ya no le exijo más. Ha pasada un mes. Sin verla. Y puedo decir que ahora ya no la extrañado, ni me ha apetecido su cuerpo. Su madre fue la última palabra en nosotros. Ella ha sentenciado el problema. Pero le doy las gracias a su mamá porque le ha hecho entender a su hija, que puede vestir mejor y encontrar otro pretendiente mejor que este gallofero.

Estoy feliz, no me quejo, no quiero enamorarme de nuevo, quiero que pase un tiempo, quiero dedicarme solo a mí y a mis intereses. Si la vuelvo a encontrar por la calle o donde sea, le saludare, le preguntare como ha estado, y si me ha olvidado. Seguro. No lo creo.

Entonces cada noche me puedo decir, que no intentare reconquistarla y mucho menos ir a buscarla. Seguramente ella también lo pensara.

Pero lo he pensado mejor, hoy en la noche me desmadrare. Me convertiré en un puto. Seguro fornicare. Tomare mucho vodka, fumare y en cada calada me olvidare de Nathy.