Después de tanto ataque al corazón ya es casi imposible la reanimación. Es una pena pero la vida es así, cuando menos te lo esperas, zass!!!, comienzas a sentir un dolor agudo y profundo que hace que tu corazón se pare. Aunque tu cuerpo y tu cabeza siguen vivos, tu corazón ha dejado de latir, ha muerto.
Una presión enorme en el pecho, te falta el aire, piensas en el pasado y la rabia te come por dentro, crees que es injusto, que no hay nada de malo en ti, que se equivoca, que rayas la perfección y que otra persona te valorará y te querrá; pero al siguiente instante sientes que quieres dejarte morir, que tu vida se acaba, que ya no hay futuro, que ya no hay rutina, que ya no hay seguridad.
Tu lado de la cama vacío, frio, al ir a dormir porque me falta tu abrazo, al ir a despertar me faltan tus buenos días.
Te he querido como nadie te va a querer en la vida y no has sabido valorarme, no has visto que no hay parejas perfectas, que la felicidad no es todo el tiempo, que hay baches, que hay discusiones, que todo se tiene que acoplar con el tiempo y con amor. Que una pareja es una planta que hay que regar, abonar y mimar siempre, si la descuidas se seca, si la riegas demasiado se muere. El equilibrio llega con el tiempo.
En algún lugar hay alguna persona que piensa como yo, solo tengo que encontrarla y volver a reanimar mi corazón.
Gracias, porque ahora sin ti soy yo.
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