Debo reconocer y perdoname mamá, pero esta navidad la pase durmiendo, no me importo la cenita, ni la ensaladita de manzana que tanto me gusta, el chocolate caliente con leche lactosada que luego me afloja el estomago y también los regalitos ambiguos debajo del arbolito. Tía lucy que llego de misuri, después de un año, es increíble como se ha reproducido en gran manera su familia. Debo reconocer que este año no he recibido muchos regalos, pero igual no me importa, esa ilusión ya se perdió hace mucho. Además antes de navidad me autoregale unos libros de Mario Vargas Llosa los que me faltaba en la biblioteca, por cierto. Entre fuegos artificiales, bombardas por doquier. Perros aullando, niños enloquecidos por prender una sarta de cuetecillos. Yo soñando que a santa claus lo arrestaban, y lo golpeaban en el estomago, sin el menor cuidado. Así pase yo mi puta navidad.
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