Cuando pienso en ti, nada merece la pena. Ni el sufrimiento, ni la esperanza: todo adentro es hueco, vacio. Cascarones. Sobras. Mentiras de hueso y de carne, que emiten mi nombre, que articulan palabras imitando mi lengua.
Cuando pienso en mí, entre tus brazos, no puedo evitar el llanto. ¿Cuándo me llevaras, cuervo de la mañana, hasta el lugar de mi eterno reposo? ¿Cuándo veremos juntos el amanecer tú y yo, dama de los pellejos? A veces siento que no puedo esperar y entonces, entre los susurros de la penumbra, escucho tu voz desde la otra orilla. ¿Quién se opondrá entre tú y yo? Nadie vendrá a salvarme, seré tuya para siempre, porque no tengo lugar, ni futuro, ni honra.
No soy la virgen que llora, ni el héroe que avanza, no soy nada y por no ser, no soy ni la sombra de lo que fui.
Sólo soy una mierda que sueña.
Sólo soy, mientras espero para no ser, entre tus brazos.
Dedos quebrados, manos amputadas, muslos de piedra, todo en mi parece hecho para perecer, toda yo parezco construida para ser ruina. ¡Apiádate de este castillo de barro y mátame pronto, para que yo no tenga que hacerlo!
¡Déjame en paz, corazón, cesa tu estúpido bombeo!
¡Rómpete, vena, tú que ya no llevas esperanza hasta mis miembros!
¡Agriétate, carne, antes de que llegue la noche del cuerpo, antes de que llegue la más insólita soledad!
Toda yo parezco defecada para ser ruina.
Toda yo parezco moldeada para ser tu compañera, guadaña de la noche.
Llévame o engáñame, pero ámame esta noche, antes de que lo haga la locura.
¿POR QUÉ ESCRIBIR, SI NADIE VA A LEER? ¿POR QUÉ SEGUIR LLORANDO, CUÁNDO NADIE ENLAZA LAS LETRAS, CUANDO A NADIE LE IMPORTAN MIS GRITOS?
¿POR QUÉ MANTENER LA COMPOSTURA?
EN EL FONDO DE MI ALMA OS ODIO A TODOS
EN EL FONDO DE MI ALMA MEREZCO LA MUERTE.
POR ESO ELLA NO LLEGA, PORQUE MEREZCO SUFRIR. SUFRIR ANTES DE EXHALAR MI ALIENTO.
Pero pido compasión, un abrazo rápido, aunque no lo merezca.
LÍBERAME YA, HIJA DE LA GRAN PUTA.
¡CÓMETE MI CEREBRO! ¡EXPLÓTAME EL PECHO! ¡ATRAVIESA ESTE MURO DE CARNE CON TU LANZA DE HIELO!
¿Para qué vivir, si no soy bella? ¿Para qué vivir, si no soy sensata? ¿Para qué vivir, si no soy útil? ¿Para qué vivir si no soy fuerte?
¿POR QUÉ NO ESTALLAN ESTOS PULMONES?
Mátame esta noche, no me dejes vivir la soledad.
¿Para qué me quieres en este mundo? ¿Para burlarte de mi torpeza, de mi derrumbada voluntad?
Matémonos juntas, dama del vientre invertido y juguemos la última partida de ajedrez.
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