Denunciar relato
La luz intentaba cegarme y el sonido lejano de noticias deportivas en cualquier radio apartada hacían que la euforia me invadiera y no podía ni quería perderla. Todo era perfecto, sin tocarme sabía que él estaba ahí, junto a mí, como siempre. Me rozó y sin querer, introdujo aún más la vía anclada a mis venas. Abrí los ojos y el blanco de la habitación de hospitalque intentaba cegarme me devolvió a la realidad.
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