En lo más alto de la torre...

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Encerado quedo MI AMOR, el lo alto de una torre, protegido por un centenar de guardias armados con las mejores espadas forjadas en pensamientos.
Aislado del mundo, en un Castillo cimentado en el aire, las atalayas son vigiladas las más horas del día y de la noche, con fosas de aguas cristalinas, de interminable fondo. Las mando a edificar la RAZÓN, por órdenes exclusivas del Rey CEREBRO para que MI AMOR no saliera. Confinado en el más exclusivo silencio vehemente, sentenciado a quedarse un muy largo tiempo en reflexiones y alimentándose de letras y recuerdos.

 


Un día, LA RAZÓN trató de hablar con MI AMOR, aconsejándole que cuando saliese del cautiverio, sea prudente y sagaz porque en las cuestiones del sentimiento el tenía muchas dudas.
Tras escuchar las palabras de LA RAZÓN , MI AMOR hizo ademanes de entender y le asintió con la cabeza a todos los consejos de LA RAZÓN , pero éste por tener la razón, no dio mucha fe a el entendimiento de MI AMOR y decidió hacerle una prueba, una de tantas.

MI AMOR, que por esos tiempos había adquirido ciertas habilidades, tales como un oído agudísimo y una vista de águila, una desas tardes escucho un cantar muy triste, que provenía del palacio contiguo al Castillo. Estaba muy lejos para ser escuchado por LA RAZÓN o el Rey CEREBRO y no le creían, ellos pensaban que ya MI AMOR estaba volviéndose loco de tanto encierro. LA RAZÓN por su parte estaba 50% convencido que era la ocasión perfecta para la prueba y sin autorización del Rey CEREBRO, dejo el camino libre a MI AMOR para salir del cautiverio, quitando los guardias armados con las mejores espadas forjadas en pensamientos y las atalayas sin vigilancia y se agazapó en las afuera del puente levadizo del Castillo, que estaba en el aire. Esto no lo hacía de buena gente, sino para restregarle en la cara de MI AMOR un buen "te lo dije", la RAZÓN era malvada, pues siempre tenia la razón...

Pasaron muchos días de aquella bufonada que intentaba hacer la RAZÓN y MI AMOR  no salía, se estaba sintiendo muy bien encerrado, ahí en la torre más alta del Castillo, pensó a viva voz la RAZÓN. Por alguna razón no saldrá, dijo la RAZÓN  y lleno de curiosidad fue y echo un vistazo.

Al llegar a lo más alto del castillo, allí dónde MI AMOR estaba en cautiverio, desprotegido de atalayas, fuertemente vigiladas de día y las más noches y sin guardias armados con las mejores espadas forjadas en pensamientos......

 

 

Adivinen, que estaba haciendo MI AMOR!!!

 


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