El chico de mantenimiento

Hoy me desperté sobresaltada y empapada en sudor, no había tenido una pesadilla, había tenido un sueño subido de tono con el chico de mantenimiento de mi trabajo.

Yo trabajo en un colegio, y siempre he tenido esa fantasía sexual de montármelo con uno de mantenimiento.

El chico es algo mayor que yo, corpulento no mucho más alto que yo y morenito de piel, tiene ese bronceado permanente que me atrae cada vez que lo miro, me provoca un ardientemente deseo en mis geniales y consigue que moje mi ropa interior cada día, solo pienso en montármelo con él en el colegio.

Después de mi sueño subido de tono con él, me propuse llamar toda su atención para conseguir que el sueño se hiciera realidad, así pues, busque la ropa más ajustada y adecuada para mi trabajo, elegí una falta de tubo negra, bien ajustada que me realza los glúteos, así llamaré su atención, y una camisa roja con demasiado escote, solo quiero que me deseé y me posea ahí donde me vea...

Llegué al colegio e hice todo lo posible para pasar por delante suya y que me mirara de arriba abajo, me miró con ojos de deseo y me desnudó con esa mirada mágica que tiene, obtuve su mirada en mis nalgas hasta que desaparecí por la puerta de mi aula.

Estuve en la clase toda la mañana soñando con que apareciera y me penetrara ágilmente. Pero pasó la mañana y yo cada vez estaba más cachonda de recordar el sueño y de imaginarme el acto, los dos sudando en el baño, que me empotrara contra la pared y me envistiera una y otra vez hasta quedar exhaustos. Así pues, a la hora de comer mientras todos estaban en el comedor, yo me quedé en la clase, muy húmeda, no conseguía concentrarme en el trabajo, y decidí calmar un poco mi hambre sexual. Levanté la falta y aparté mi empapado tanga hacia un lado... Mmm jugué con mi clítoris, sabía que no iba hacer falta mucho juego... Seguí jugando hasta que metí mis dedos en mi vagina, imaginando que era el quién lo hacía, imaginaba como lamería mi coño, como jugaría con su lengua excitándose cada vez más y más hasta poner su pene erecto, Mmm ya estaba apunto del clímax cuando se abrió la puerta. Me sobresalté pero no saqué la mano de mis geniales. ¡Era él! ¡ El chico de mantenimiento! Sorprendido me miró con los ojos como platos, cerró la puerta tras él y echó la llave, caminó lentamente mientras me miraba mi pose en la silla, abierta completamente dejando ver todo.

Una vez enfrente de mí se desabrochó el cinturón y bajo su pantalón, su pene era grande y se veía bien duro. Me cogió la cabeza y la llevo a su pene, abrí la boca sin pensarlo y saboreé su carne, y su jugo, Mmm mi sueño se estaba haciendo realidad, lo lamí con ganas, con fuerza como si fuera el mejor caramelo. Me apartó me sentó en la mesa y ahora empezó él a acariciar mi suave vagina, me dió un lamentazo desde el ano hasta el clítoris, que placentero... Nunca lo había sentido algo así, y nunca me había atrevido a probar por el ano y él lo hizo, me introdujo un dedo suavemente, me quejé, pero nose si de placer o dolor o las dos cosas... El caso que me excitaba esa pequeña pizca de dolor, metió otro dedo hasta que dilató un poco más. Me ordenó ponerme a cuatro patas en el suelo y yo excitada, obedecí, me desgarró la falda y me agarró del pelo, me envistió fuertemente por la vagina, grité me tapó la boca y lo volvió hacer ahora más suave, el gemía y gemía y yo cada vez me volvía más loca del placer que me estaba dando. Saco su miembro y lo introdujo lentamente por mi ano... Mmm que sensación tan indescriptible, que placentero.... en dos envestidas culminé haciendo un charco en el suelo y él al notarlo se corrió, noté como su leche llenaba mi ano y se dejó caer en mi espalda.

Era el mejor polvo que había echado en mi vida.... Mejoraba cien veces mi sueño.... Todavía tenemos encontronazos en el colegio.......