La Cabaña #1: La Llegada

Ya la noche había caído ese día y el camino era largo pero no importaba. Conducía lo más rápido que podía y a ella no le molestaba, todo lo contrario, parecía emocionarle el andar a toda velocidad como en las películas. Tome una de las salidas de la carretera para perderlos de vista y poder llegar a nuestra cabaña de montaña. No baje la velocidad en ningún momento porque solo quería mantenerla a salvo, no importando lo que pasara. Llegamos a la cabaña rápidamente. Ella se bajo del vehículo y le dije que corriera dentro de la casa y mantuviera silencio. Escondí el carro entre los árboles, esperando que nadie nos hubiera seguido, y entre a la casa. Revise la cocina para ver si había algo de comer y gracias a Dios teníamos provisiones para unas dos semanas. Prepare algo de cenar para dos y a ella, o le gusto mucho o tenía mucha hambre, porque se lo comió súper rápido. Cuando terminamos de cenar se puso a ver televisión mientras yo lavaba los platos. Cuando termine de limpiar ya no oía su voz por lo que me gire para toparme con la sorpresa de que se había quedado dormida en el sofá. Solo la miraba con tanta felicidad y algo de remordimiento. La levante en mis brazos y subí al segundo piso. Como no llevo nada para dormir le puse una de mis camisas que tenía en uno de los armarios. Las mangas le quedaban algo grandes pero a ella no le parecía importarle ya que seguía dormida. La acosté, la arropé y le di un beso en la frente. Me acosté en la cama y deslice las manos por debajo de la cama, saque mi gran rifle de caza y me dormí con él en las manos.

Ya había perdido mi esposa en sus manos y no iba a dejar que esos desgraciados se llevaran a mi hija. Simplemente no lo permitirìa.