ODA A LA FLOR (Tierna y feliz)

¡Oh! Tierna
y feliz
mágica flor
de aroma sutil,
me arrebatas el sueño
en las noches cristalinas.
Iré algún día por los caminos
con la certidumbre de encontrarte
mágica flor del jardín del edén.
Te miraré y me embriagaré en tu querer,
beberé la miel de tus complacientes labios
que fluyen del torrente pasional de tu ser,
ni las abejas perversas del destino podrán
quitarme la alegría y descubrir tu mágica flor.
Mis ojos se deleitan y mis manos la acarician,
mi mente baila en paz, rendido a un canto locuaz.
Si tan sólo pudiese tocarte pequeña
aunque sea tal vez por un pequeño instante
robándole al momento unos segundos
para poder tenerte otra vez.
Si en la sombra te aparecieras
me iluminarías por siempre
mágica flor del campo,
música del cielo,
vivo por ti
pequeña.