No sabía donde estaba, así que intente moverme pero me vi incapaz de ello. Parecía que estaba encadenada. Podía ver algo en la oscuridad. Era un techo de madera, muy cerca de mi rostro. El lugar era muy pequeño, y estar encadenada no ayudaba. Estuve horas intentando moverme, pero me sentía incapaz de ello. Esas malditas cadenas parecían estar muy apretadas. Entonces llegue a una conclusión: Todo era un sueño.
Era la única solución posible, pues recordaba que me había acostado la noche anterior, pero no haber despertado. Sonreí en mi cabeza, no haberme dado cuenta de algo tan obvio... Era una estúpida. Trate de cambiar el sueño concentrándome en otra cosa, pues había oído que si tenias un sueño y sabias que lo era, podías decidir que soñar. Pero nada de lo que imagine funciono.Fue entonces cuando me di cuenta. No estaba respirando. Tampoco podía enfocar mi visión, y entonces entre en pánico. No era posible, tenia que despertar. Vamos. Despierta.
Pero nunca desperté. Sentí mi carne ser devorada por los gusanos mientras mi piel se deshacía en la nada y mis huesos se acabaron convirtiendo en polvo. Y lo único que vi fue ese techo de madera, durante el resto de la eternidad. Mientras recodaba una y otra vez como aquel encapuchado entro en mi habitación por la ventana mientras yo cogía el sueño, cuchillo en mano, se lanzó contra mi y dio puñalada tras puñalada, mientras sonreía. Había muerto aquel día.
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