Mi última carrera en vida...
Por etéreo
Enviado el 04/02/2015, clasificado en Intriga / suspense
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Corriendo fue, que casi escapé me dí cuenta... Eran como cientos de jinetes en corceles negros que me resultaban un tanto borrosos, bueno, no eran negros pero yo los veía así, negros. Y sus ojos(de los corceles) estaban rojos y salían llamas dellos.
Un hedor a azufre había en el lugar y sentía que era el fin, el final de mis días, el fin...
Ya no podía seguir corriendo, mis piernas ya no daban más, no sé en que momento extravié mi calzado y tenía ampollas en mis metatarsos. Lo sé, pues mis huellas estaban húmedas y los huesos, todos los huesos de mis pies estaban echo añicos.
En aquella loca carrera, comencé a razonar; porque diablos estoy huyendo, será mejor enfrentar sea lo que sea que quieran estos jinetes, con sus malditos corceles negros no tan negros.
Me detuve, cesando todo movimiento, ya no daba más. Mi respiración era calmada, pero no tenía habla y mi vista seguía borrosa, no veía con claridad y mi razón había quedado unos kilómetros atrás, allá dónde comencé a correr...
Ya quieto y sosegado, escuchaba el galope, tan cerca de mi, que nuevamente el miedo y el pavor se apoderó de mi y mis pies cansados no dejaban de doler y llorar, fue ahí que comprendí, cuando los jinetes pasaron por un lado de mi, que no me perseguían y me sentí tan estupido que comencé a reír y a reír, más una de mis carcajadas las escucho el último jinetes y parando violentamente su marcha con un polvoriento frenado, me mira y planta una carrera desaforada hacía mí....
Ahora soy uno más destos jinetes, estrenando corcel negro no tan negro, un tanto borroso como el resto y tengo el trabajo de reclutar más jinetes y así el primero que escuche reír, será uno más de nosotros. Los jinetes de la muerte....
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