Vieja Amistad Parte 2
Por WandaWW
Enviado el 07/02/2015, clasificado en Adultos / eróticos
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Le dije bueno, tenemos una hora para que me enseñes, Federico se quedó de una pieza, y con voz nerviosa, dijo empecemos entonces, subí a mi recámara por el aparato y aproveché para cambiarme el pantalón por una falda, pensando que sería más fácil hacer como que no paso nada, en caso de un imprevisto.
Bajé a la sala, le entregué la bolsa y el sacó el juguete, y tomó un tubito, me dijo, la parte más importante es el lubricante, te dará la experiencia más intensa, hay que calentarlo, y lo puso en sus manos y después lo puso en juguete, con mirada pícara me dijo ahora veamos a la paciente, yo obediente alcé mi falda, el se regocijaba viendo fijamente mi entrepierna y con manos temblorosas se dirigió a mi piocha, empezó poniendo la punta del aparato alrededor de mis labios y lo encendió la vibración se sentía chistosa al principio, me dio cosquillas pero conforme lo acercó a la entrada de mi vagina, la sensación fue diferente, sentí como el calor subía de mi cosa a mi vientre y luego a mis pechos que respondieron rápidamente, podía sentir mis pezones erguidos rozando el sostén, en eso el dice, la más bella flor abriéndose de par en par, tienes una cosa hermosa, rosa perfecta y comenzó a pasar más a dentro el juguete, yo ya estaba que hervía de pasión, y cuando me penetró un gemido fuerte incontrolable salió de mi, Federico sabia como usar el consolador lo metía lentamente, sacándolo, moviéndolo, de repente lo pasaba por mi clítoris que ya estaba erguido y sensible, no podía dejar de gemir aunque me controlaba, pero las sensación de placer era exquisita y los gemidos solo salían incontrolables de mi garganta, empecé a mover mi pelvis para ayudarle a darme más placer ante esta reacción, el empezó a meterlo un poco más rápido y mientras con su otra mano acariciaba mi clítoris, mi vagina ya estaba completamente empapada, me oía a mi misma gimiendo, no creía cuan a embriagada de placer estaba, moví más duro mi pelvis pues ya sentía la urgencia previa del orgasmo, Federico atento a mis respuestas penetró con más rapidez y en un segundo estaba yo teniendo un orgasmo increíble, no podía yo creer lo exquisito de ese placer, apenas recordaba la última vez que lo había vivido, Federico acariciaba con sus dedos mi clítoris y ahora penetraba mi cosa más despacio y después lo puso exclusivamente en mi clítoris y rápidamente un nuevo orgasmo me invadía, no tan fuerte como el primero pero un orgasmo es exquisito. Estaba yo embriagada de placer, cuando de pronto veo que Federico saca su pene, lo acerca a mi vagina y me dice no te gustaría ahora un poco de pito de adeveras, no pude negarme, estaba yo súper excitada y quería tener más orgasmos. Me colocó en el brazo del sillón y me reclino, y dijo, sabía que tenías un culo hermoso, firme y redondo e inmediatamente penetró mi piocha, oí como gimió pues a pesar de estar toda húmeda mi vagina estaba estrecha y él lo disfrutó tanto e igual que yo que sentía como me llenaba. Me daba cada vez más rápido y más profundo yo movía mis caderas y todo era gemidos suyos y míos tuve un mega orgasmo y estaba toda agitada el aire me faltaba, estaba extasiada, lo oí gemir y sentí su venida dentro de mí, eso me prendió y mientras seguía penetrándome y viniéndose tuve un orgasmo nuevamente.
Nos quedamos un momento en el sillón recobrando el aliento, me vio, y sonriendo dijo, espero la clase haya sido lo que esperabas, no pude más que reír y contestar, si definitivamente, pero creo que necesitaré más lecciones, porque soy algo lenta para aprender.
El vio el reloj y dijo, que rápido pase el tiempo cuando lo estás pasando de lo mejor, estamos en contacto, sonriendo pícaramente me dijo Adrianita tiene lecciones cada semana, mándame un mensaje cuando te apetezca tener más lecciones, soy un profesor dedicado y en cualquier momento vengo a continuar con nuestras clases, yo con un empujón lo llevé a la puerta y con un beso le dije ya veremos...
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