De paseo por Alemania (2a parte)

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Cuando regresé un poco en mí sentí su boca disfrutar de mi cuerpo dirigiéndose
a mi entrepierna y con una gran maestría me despojó de mi bikini, dejando al descubierto mi pubis se acomodó y comenzó a besarme los labios vaginales y luego a lamerlos, no pasó mucho
tiempo para que sintiera como mi labios se abrían y empezaba a lamer la entrada de mi vagina, yo sujetaba su cabeza tomaba sus pelo negro crespo, mientras el llegaba a mi clítoris,
lo lamió y luego empezó a succionarlo, estaba yo en el antecámara del clímax cuando con sus dedos penetró mi vagina y un orgasmo invadió mi cuerpo, me sacudió me estremeció. El sonreía
mientras mi cuerpo me tenía secuestrada en ese éxtasis maravilloso. Se acercó a mi a darme un beso y entonces sentí que él ya estaba desnudo y su miembro viril tocaba mi desnudez, duro como
mármol transmitiéndome esa pasión pero desplazándose con suavidad, hasta que llego a la entrada de mi vagina, yo suplicaba que ya me penetrara, él obedeció dócilmente y fue introduciendo
su virilidad con suavidad mientras yo sentía como se llenaba de él, como un suave masaje él lo sacaba y lo metía rítmicamente, luego lo sacaba y esperaba, yo me volvía loca en esa espera
y agarraba sus nalgas jalándolas rogando que volviera a meterlo, y él lo hacia. De repente Sergio cambio de posición y empezó a deslizar su pene de manera que tocaba mi clítoris y me penetraba
fueron 5 o 6 penetraciones así y estaba yo experimentando nuevamente un orgasmo, un delicioso orgasmo, nuevamente sentía las convulsiones de placer. El paró y tras un momento me dijo sonriendo
es mi turno de disfrutar, para lo cual me tomó de las caderas me volteó con suavidad pero con determinación me puso en cuatro puntos, tomó mis nalgas y entonces sentí nuevamente su pene entrando en
mí, el lo sacaba lentamente y lo volvía a meter lentamente, podía yo disfrutar lo grande que es su miembro, y Sergio también disfrutaba pues lo oía gemir con cada penetración, de repente
el me susurró ' no sabes cuanto había deseado este momento, años esperando para disfrutarte y brindarte placer' y empezó a penetrarme más rápido pero sin dejar de sacar todo su pene, en poco
tiempo estaba yo viniéndome nuevamente, de una manera ligera y como el no paraba un orgasmo acumulado se empezó a formar y estaba empezando a sentir otro orgasmo más poderoso cuando Sergio
también terminaba y el sentir su líquido dentro de mi y ese poderoso pene bombeando me llevo a un éxtasis que nunca había sentido, era increíble mi cuerpo temblaba y se sacudía y hasta la respiración
se me cortaba, cuando se retiro de mi caí rendida en la cama y él se recostó a mi lado con esa sexy sonrisa. Nos quedamos mirando y nos fusionamos nuevamente en un gran beso antes de quedarnos dormidos.
Amanecía y me despertó la excitación había estado soñando con la noche que acabábamos de tener, y comencé a acariciar su pene mientras le besaba su pecho, Sergio despertó y con él una erección,
sin pensarlo 2 veces me monté en él y dejé que su miembro se metiera hasta tocar el fondo de mi, subía y bajaba lentamente disfrutando la penetración mientras el con sus manos acariciaba mis pechos,
mi cuerpo, las penetraciones las empecé a acelerar conforme me acercaba al clímax, un orgasmo me devoró y se extendió en mi cuerpo mientras una gran venida de Sergio me llenaba por dentro
y el espasmo de su pene y sus manos apretando mi pechos, todo generaba una sensación exquisita en mí cuerpo. Me dijo me encantaría quedarme a una súper sesión de sexo, pero me tengo que ir a trabajar,
y así fue yo lo entendía pues por eso estábamos ahí por su trabajo. El día pasó lentísimo, si salí a conocer algunas atracciones que me faltaban pero durante el día no podía dejar de pensar
en lo que había pasado, y en varias ocasiones me quede parada sola, envuelta en un ensueño.
Sergio regresó al hotel y yo ya lo esperaba, nos saludamos con un beso lleno de pasión y no nos pudimos separar, comenzamos a disfrutarnos, yo ya estaba casi desnuda solo tenía su camiseta y mis pantis
lo desnudé y lo senté en la orilla de la cama, y me senté sobre él devorando su pene con mi vagina. Yo subía y bajaba mientras él besaba mi espalda mi cuello y con sus manos acariciaba todo mi
cuerpo, poco a poco fuimos llegando al clímax esta vez el antes que yo y me sentí muy complacida y pocas subidas más y estaba yo disfrutando de un exquisito orgasmo.
Decidimos recostarnos y descansar, para luego salir a cenar. Cenamos en un lugar cercano un delicioso platillo local, y claro que tomamos de la cerveza que ahí mismo producen, como en casi
todos los restaurantes del lugar, fue una cena ligera más como para reponer fuerzas, mientras la cena le conté de lo que había conocido ese día, los lugares a lo que visité mientras el
me preguntaba si estaba disfrutando el viaje, no podía sino decirle que todo estaba siendo maravilloso. Regresamos al hotel abrazados y besándonos, era como un sueño, ir caminando en una ciudad
de Europa con Sergio a mi lado. Era tal el encanto que se me olvidaba que Sergio es mi cuñado....


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