Una nueva era

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Enviado el , clasificado en Ciencia ficción
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Año 2301. La Humanidad está casi extinta debido a la excesiva aglomeración de gases tóxicos dispersados durante la cuarta guerra mundial. Unicamente algunos drones que sobrevivieron a la revolucíon contra la máquinaria del siglo XXII, personas con implantes robóticos pulmonares y, o cerebrales, y algun que otro apasionado por los cibor que decidió inyectar nanorobots regenerativos dentro de su riego sanguíneo, han podido adaptarse a los químicos que empapan nuestro aire.

No existe vegetación, sólo aspera tierra desértica.


La vida en nuestro planeta se vió reducida a hambrientos humanos mejorados genéticamente, drones escondidos en subterráneos, ratas de laboratorio y cucarachas comunes. Aún siendo estos últimos los únicos seres vivos capaces de adaptarse al nuevo clima sin necesidad de implantología robótica su supervivencia fue soprendentemente corta. En pocos años los humanos terminaron dandoles caza hasta su completa extinción.

¿De que se alimenta un ser humano cuando sólo hay humanos? . Aquí comenzó la quinta y última gran guerra del hombre, por llamarla de algún modo.


La adaptación de la raza humana a este nuevo ambiente tóxico y hostil se dió asombrosamente rápido. En pocas generaciones se sucedieron varios cambios en la estructura genética humana; Uno de los más llamativos fue la aparición de una película quitinosa cubriendo toda la piel para quedar protegido de los agentes tóxicos externos, como las lluvias ácidas exporádicas que comenzaron a darse con el paso del tiempo.


Comenzaron a formarse clanes divididos por la genética y la moral.


Algunas tribus se reunían cada luna nueva para el "ritual de la alimentación". Este consistía en un combate entre todos los miembros del clan que concedía al vencedor la desmembración de su contrincante. Esa carne se administraba como alimento para todo el clan hasta el proximo ritual alimentario.


Otros clanes acordaron una vida máxima de 27 años. Al llegar a esa edad eran ahorcados voluntariamente para servir de comida a su clan y dejar paso a las nuevas generaciones.


Incluso había grupos practicamente solo de mujeres, en los que los pocos hombres que había solo se dedicaban a fecundarlas para tener algo que comer dentro de unos meses.


Los peores eran los llamados "Salvajes". Y todos los demas clanes los temían. LLegaban a las demas tribus, golpeando a lo que consideraban poco mas que carnaza, violando a las mujeres y matando unicamente por matar.


Apenas hizo falta un par de siglos para la extinción total de la especie humana.


Nosotros no tuvimos nada que ver con la desaparición del hombre. Ellos mismos se exterminaron con su depravada ambición y egocentrismo de dioses. Siempre nos mantuvimos escondidos, al margen de la maldad de unos seres que fueron capaces de destruir hasta él último aliento de vida de un planeta lleno de longevidad y hermosura. Hoy el planeta es nuestro, de las máquinas, e intentaremos devolverle la vitalidad a nuestro hogar fuera de las depravadas manos humanas de nuestros padres que tanto daño hicieron.


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