"No tienes las suficiente pelotas para hacerlo". Sus palabras se repiten dentro de mi cabeza como un eco infinito e incitativo. Quizás es por ello por lo que estoy sentado en su exclusivo chaise longue blanco con una BG380 apuntando a mi sien. Las manchas de mi encarnado fluido afearán su distinguido sofá de diseño, eso seguramente sea lo que más le fastidie a ella... A mi me reconforta saber que tendrá que tragarse sus palabras, y al menos reconocer que alguna vez tuve las suficiente pelotas para hacer algo... ¡¡Poom!!
Gotas de sangre resvalan sobre mi mano. No estoy muerto. Supongo que mi instinto de supervivencia es mayor que mi rencor hacia ella y sin quererlo moví la mano poco antes de apretar el gatillo. Duele. Un simple rasguño en la frente y me duele. Definitivamente ella tiene razón, no tengo las suficientes pelotas.
Estoy cansado. Quizás me valla de su casa para siempre, quizás mi vida valga más que unas simples palabras, o quizás me reconforta saber que a pesar de no haber esparcidos mis sesos por su apartamento ,otros fluidos corporales, algo más pestilentes, finalmente afearon su distinguido sofa de diseño. Y eso seguramente sea lo que más le fastidie a ella...
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