EL NUDO EN LA SABANA
Por NICOLAS FERREIRA LAMAITA
Enviado el 22/02/2015, clasificado en Cuentos
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Es válido que nos preocupemos por las personas, pero lo más importante es que ellas sepan y puedan sentir nuestra preocupación y cariño por ellas. Para que exista la comunicación, es necesario que las personas ?escuchen? el lenguaje de nuestro corazón, ya que los sentimientos siempre hablan más alto que las palabras. Es por ese motivo que un beso, revestido del más puro afecto, cura el dolor de cabeza, el golpe de la rodilla o el miedo a la oscuridad. Las personas tal vez no entiendan el significado de muchas palabras, pero saben distinguir un gesto de afecto y amor, aunque ese gesto sea solamente un nudo en la sábana. Un nudo cargado de afecto, ternura y amor.
EL NUDO EN LA SABANA
El niño dormía en su tibia cama,
Lisa y extendida cual suave terciopelo
Así era su lecho, de prolijo aspecto
Ni el mínimo pliegue ni mínima arruga.
Le intrigaba al niño al despertar del sueño
un nudo en la sabana todas las mañanas.
_Es acaso madre, que existan fantasmas
quienes por las noches vengan a asustarme.
-Puede que sea un ángel que vela tu sueño
-pregúntale a tu padre, el debe saberlo
_madre, como preguntarle si jamás lo veo
-el trabaja mucho por darnos sustento.
_Es que deseo verlo, decir que lo quiero
corra los fantasmas que rondan mi cama
que me asusto mucho cuando me despierto
al ver que anudada se encuentra mi sabana.
_no le tengas miedo a lo que no existe,
o si tienes dudas tiéndele una trampa
vigilare si viene, detrás de la puerta
y si lo agarramos, ya no tendrá ganas?.
-¿Tu as de ayudarme a tender la trampa?
_cuando sean la doce mantente despierto
trata no dormirte, desvela tu sueño
y no tengas miedo, que lo atraparemos.
Y arropado el niño en su tibia cama
sin el mínimo pliegue la mínima arruga
lisa y extendida cual luna de espejo
sus ojos abiertos, pero un tanto tenso.
Llegada las doce, de mucho suspenso
sintió que en su cara dejaban un beso
y unas manos rudas de un ser corpulento
un nudo a sus sabanas ataba en silencio.
Valiente e intrépido el niño, se aferro al sujeto
grito ¡madre! ¡madre! Lo tengo, lo tengo,
enciende la luz por que quiero verlo
al feo fantasma que turba mi sueño.
Acudió la madre muy presta al encuentro
y encendió las luces, riendo, riendo
sorprendido el niño, observo al sujeto,
_¡Papa!! eres tu, ¿por que haces esto?
-Necesitaba el motivo, de decir, ?que te quiero?
por que en las mañanas, al ir al trabajo,
te encuentras dormido, igual que al regreso,
anudo tu sabana y en tu cara rosa te dejo mi beso.
El beso que dejo, lo absorbe tu sueño
pero el nudo simple, atado en tu sabana
te dirá que estuve, ayer por la noche
y hoy en la mañana te deje mi beso de padre y obrero.
_De hoy en adelante, no a de haber mas miedo
ya no habrán fantasmas que inquieten tu sueño
no lo dije antes pues, no daba el tiempo,
el nudo en la sabana seguirá existiendo.
Mañanas y noches dejare mi beso
e iras a la escuela feliz y contento.
Al despertar el niño, acariciaba el nudo.
con amor de padre, con olor a obrero.
El nudo en la sabana dejaba el mensaje,
un simple nudo, cargado de amor, ternura y afecto.
¡HIJO, SABES QUE TE QUIERO.!!
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Algunas veces nos preocupamos tanto con la forma de decir las cosas que olvidamos lo principal que es la comunicación a través del sentimiento. Simples detalles como un beso y un nudo en la punta de una sábana, significaban para aquél hijo, muchísimo más que un montón de regalos o disculpas vacías.
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