Amor, esa palabra de la que tanto se escribe, incluso se canta, pero siempre dedicado a lo mismo.
Se escribe para llorar sus penas y pocas veces para describir sus alegrias, pero nos olvidamos de la esencia que en sí tiene la palabra AMOR.
Y sobre todo de el amor que trae más que alegrias y que no tiene porque ser por una pareja, también puede ser por un hermano, un amigo, una madre o padre, incluso por el amor a un animal, que a veces es más sincero y correspondido que el que damos a ciertas personas.
Nos preocupamos de que se nos quiera y no somos sinceros dando amor. Ocultamos sentimientos por timidez, por vergüenza e incluso por temor a no ser correspondidos.
Si tan sólo una vez, aunque sea de vez en cuando, demostraramos a esas personas que tanto queremos, la necesidad que tenemos de ellos y tuvieramos la osadía de declarar ese amor, como tantas veces lo hemos hecho ante nuestras parejas..... sería más fácil el mundo. Si nos tragaramos la tontería y la hipocresia y además de demostrarlo, supieramos perdonar esa cantidad de gilipolleces, que a veces nos separan de las personas, por propio orgullo. Si recapacitar y pensar antes de actuar fuera más común...
Si..................... Termianlo tú
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