Dos amigos estaban sentados en una mesa y tenían un número delante. Discutían y discutían, uno decía que era un 6 y otro decía que era un 9. Ambos estaban completamente seguros de lo que decían y no entendían como el otro no podía ver lo que para él era evidente. Entonces llegó un tercer amigo y, viendo la discusión, se aproximó a cada uno de ellos para escuchar y observar lo que cada uno de ellos argumentaba y veía. A continuación, les pidió amablemente que se intercambiaran sus asientos, que cada uno se sentara en la silla del otro. Inmediatamente, la expresión de sus rostros cambió, esbozaron una amable sonrisa, se miraron, y comprendieron lo que allí había sucedido.
Las cosas son lo que son en función de dónde y desde qué angulo las miramos, ¿es un 6 o un 9? Depende...
Antes de querer convencer a nadie sobre la verdad de nuestra visión, hagamos el ejercicio de observar desde la percepción de los demás. Eso nos dará una visión mucho más amplia y rica... a la vez que nos evitará muchos problemas y discusiones.
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