¿Es un sueño o un deseo?

¿Qué diferencia hay entre un sueño y un deseo?

Los sueños: Provienen del corazón y son alimentados y llevados a la vida por la mente consciente. Mueve una energía muy especial dentro de nosotros, la pasión y la ilusión. Muchas veces retan a la razón y no hace falta incluso ni siquiera llegar a entenderlos. Se siente una llamada interna que nos invita a la acción, a materializar el sueño. El sueño nos exige expresar lo mejor de nosotros mismos, a la vez que nos hace lidiar con nuestros saboteadores, nuestros miedos.... Los sueños no suelen tener fecha de caducidad, están vivos por siempre, la voz interior permanece activa de forma continua susurrándonos y a veces gritándonos para que hagamos el sueño realidad. El sueño se siente de forma integral en todo nuestro ser, es algo que sentimos que hemos de hacer, que es justo, que es adecuado, ...que es para nosotros.

Los deseos: Provienen de la mente y normalmente nacen de estados de necesidad o carencia. Están mucho más arraigados al mundo de las ideas, y en la mayor parte de los casos quedan ahí, no cobran vida. Pensar en ellos conduce a la frustración, a un callejón sin salida, puesto que normalmente los vemos lejanos a nosotros, que nosotros no tenemos el control (si pasase, si sucediese, ...) y no tienen la energía del sueño que te inspira a través de la pasión e ilusión y donde nosotros somos el capitán, el mago que tiene las herramientas para hacerlo realidad. El deseo consume mucha energía, energía que no viene de vuelta, sin embargo trabajar y crecer por un sueño nos llena de energía y revitaliza, nos da vida... porque eso es VIVIR.

¿Es un deseo o un sueño?  ¿Qué vas a hacer con él?