Hacia seis meses que habían terminado, si bien él los primeros días había insistido y la había buscado, ahora pasado el tiempo hacía bastante que había dejado de saber de él.
Había quedado con las amigas para tomar un café y caminaba ajena y despreocupada de regreso a casa mirando escaparates.
De improviso, noto la presión en su muñeca de una mano que la agarraba con fuerza, ella levantó la vista y era él, -ven conmigo le dijo, tenemos que hablar, ella forcejeo por soltarse y liberarse pero no pudo, - suéltame, le insto. Tenemos que hablar, sino algo puede ocurrirle a alguna de tus hijas.
En ese momento un miedo que jamás había sentido la estremeció de arriba a abajo dejándola completamente paralizada, él aprovechó su desconcierto y tiró de ella arrastrándola hacia el interior del vehículo que había dejado parado al otro lado de la acera.
Ella trataba de serenarse y hablar calmadamente: -lo nuestro se terminó, no entiendo de qué quieres hablar ahora. -Esto no puede terminar así le contestó, tenemos que hablar, déjame buscar un sitio donde poder hacerlo tranquilos.
Ella permaneció en silencio, miraba por la ventanilla del coche mientras su cabeza era un hervidero.
La sacó fuera de la ciudad, llevándola a un paraje alejado en el campo donde diseminados entre los pinos podían divisarse las casitas de los palleses.
Paró el motor del vehículo y echo los pestillos. El miedo volvió a recorrerla de arriba a abajo.
-Tenemos que volver, le dijo el mirándola directamente a los ojos.
-No, lo nuestro termino y es definitivo.
-No puedes hacerme esto, sabes que te quiero y jamás consentiré en que estés con otro, sino eres para mi no serás para nadie.
Sus palabras sonaron extrañamente calmadas y sosegadas, vio como él tomaba de debajo de su asiento una botella que en cuestión de instantes había vertido sobre ella, el olor era inconfundible ?gasolina?, el corazón le comenzó a pegar puñetazos en el pecho, intento desesperadamente abrir el seguro del coche mientras él se vaciaba los últimos restos de la botella en sí . ¡El pestillo!, estaba intentando subirlo con los dedos cuando un fogonazo la dejó sin visión, el calor empezó a recorrerle todo el cuerpo a raíz de que el fuego comenzaba a extenderse por toda su ropa, grito desesperada, no podía abrir la puerta, cuando ya el dolor comenzó a hacerse insoportable escucho como el clip cedía, la puerta se abrió, se dejó caer fuera del coche mientras toda su ropa ardía en llamas, se asfixiaba mientras la carne se abrasaba, sin pensarlo comenzó a quitarse la ropa aún cuan el dolor de tocar con sus manos las prendas que ardían era insoportable, consiguió sacarse la camiseta, el pantalón continuaba en llamas, rodó por intentando apagarlo hasta que las llamas empezaron a ceder y pudo conseguir quitárselo. Desnuda y retorciéndose de dolor, consiguió arrastrase hasta una casa lejana, y llamar como pudo a la puerta en donde perdió el conocimiento.
Recobró el mismo tres meses después, pudiendo dar gracias a Dios por haber sobrevivido, no sin perder antes una pierna y llevar consigo para el resto de su vida un 65% de su piel deformada, a él lo sacaron del vehículo al día siguiente completamente carbonizado.
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