Denunciar relato
Me encontraba precisamente a la mitad del camino, o huía o me quedaba ahí para siempre. Si decidia hacer lo primero debía empezar desde cero. Si decidía lo segundo debía pensar en ser siempre lo mismo. Lo bueno de arriesgarse es que puede haber un mejor destino y más alternativas.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales