Denunciar relato
A tus 57 años nunca te habías sacado nada en ningún sorteo. Ahora mirabas el boleto ganador con profunda alegría, mientras pensabas en la vida de sacrificios que dejarías atrás y en las formas en que utilizarías el dinero ganado. Sin embargo, también llorabas, no podías olvidar que estabas solo.
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