Denunciar relato
Es grácil, pero no cargante. Se deja pero no se deja, es extraño. Te busca esquivándote, te mira con cariño y desdén, pero magnético, todo muy magnético. Es muy desconcertante y un ataque a la concentración. Prestas atención a todo lo demás, pero sabes que está mirándote sin mirarte y pierdes el hilo de cualquier conversación. Sin embargo también es despreciable, servil a veces y con inocente sinceridad a ratos. Y ni te interesa, ni nada, a lo mejor incluso lo desprecias, pero lo tiene, está ahí. Y contamina todo con su inestable vibración.
Agghhh.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales