¿Quién quiere ser Rey?

Hace mucho tiempo, un Rey estaba enfermo, a punto de morir, no tenía a quien heredar su trono, por lo cual, decidió convocar a todos los hombres de la provincia para escoger a su sucesor.

El primer día llegó un agricultor, a quien el Rey le preguntó:
- ¿Quieres ser el nuevo Rey? - El agricultor con la cara pálida y piernas temblorosas, dijo:
- No señor, creo que para ser Rey hay que saber administrar el tiempo, dejar de tener amistades humildes y tener una vida muy ocupada, se lo agradezco pero no.

El Rey le agradeció al agricultor por ir al castillo.

Luego llegó un comerciante, a quien el Rey le hizo la misma pregunta y éste respondió: - Mi alteza, yo estoy cómodo con mi trabajo, tengo lo suficiente para alimentar a mis 6 hijos y a mis 3 esposas, gracias, pero no aceptaré.

El Rey estaba decepcionado de las negaciones de la provincia, así que llamó al comediante del reino y le dijo: - ¿Quieres ser el nuevo Rey? -Respondiendo con voz chistosa, dijo:
- Claro que no Majestad, siendo Rey perdería toda la gracia, el entusiasmo, tendría estrés y me olvidaría de mis talentos.

El Rey enfureció, se levantó de su silla y le dijo al pueblo:

Yo era como ustedes, un agricultor ferviente y apasionado por lo que hacía, luego de un tiempo fui comerciante, supe luchar diariamente para conseguir el sustento de mi desaparecida familia, también fui comediante, tenía mucho talento para hacer reír a la gente, pero me di cuenta que nadie respaldaba mis acciones.
Luché mucho para llegar a ser Rey. Me distraje de mis labores de agricultor, comerciante y comediante para suministrar apoyo a la gente de mi provincia, ¿y así es como ustedes me pagan?.

El pueblo permanecía en silencio, no se escuchaba ni la respiración de las personas. La pena y la vergüenza no dejaban objetar sobre el discurso increíble del Rey, quien Continuando dijo:
-Quiero decirles hermanos, que el aporte durante mi reinado fue servicio, oración y fe. Por tales motivos ustedes están prosperos en esta bendecida provincia.

El Rey empezó a a llorar, y con voz entrecortada preguntó:

-díganme, ¿Quién quiere ser Rey?

Todos, sin pensarlo dos veces levantando la mano gritaron:

- ¡YO!