El gran secreto de la humanidad

Existen muchos misterios para el hombre que aún no han sido resueltos: ovnis, extraterrestres, sirenas, el monstruo del Lago Ness, la reelección de Santos, a donde va la gente cuando muere; pero hay una incógnita  que supera todo lo mencionado y se llama el Baño de las mujeres.

Ese lugar es más grande que el universo, en sus paredes guarda lo más grandes secretos de la humanidad. A pesar de esta búsqueda, lo cierto es que siempre existirá una pregunta que quede sin una respuesta adecuada, un problema que parezca sin solución. Es por esto que cuando estaba en 9no grado de mi colegio, me hice la pregunta que todo hombre hace a la edad de 11 años, ¿Cómo es el baño de las mujeres?, así que en medio de todas las dudas empecé a deducir: Hay un laboratorio secreto en donde las mujeres escogen a sus novios gracias a un software especializado en rostros bonitos o un sistema de cámaras de circuito cerrado de televisión con conexión IP a sus celulares.

De verdad pensaba esas cosas, veía que las chicas entraban en grupo, muy contentas y ansiosas por estar en ese lugar, era como el paraíso femenino en que todo hombre desearía estar.

Era ridículo preguntarle a una chica que hacían en el baño tanto tiempo, a veces entraban tarde a clases por estar en su guarida. Así que un día me aventuré a descubrir, sin importar lo que dijeran, un sábado (cuando no había nadie en el colegio) llegué a la puerta donde había una mala traducción de mujer en inglés (Guoman), recuerdo que vestido de civil me preparé psicológicamente para descubrir lo que había en ese lugar.

Pasé la puerta y me encontré con unas cosas raras, que le llaman lavamanos, me di cuenta que no había espejos y pensé que la ausencia de esto era porque de pronto las chicas pelearían por un hombre y tomaran pedazos de vidrio como arma, ya me imaginaba a Paola peleando por mí. Pero bueno, seguí mi recorrido y me di cuenta que en las paredes estaban escritos varios mensajes en un código extraño, me acerqué y logré entender lo que decía: ?Las de la mañana son unas zorras?, ?Laura de 11-02 es una bandida?, ?Lesbiana la que lea esto?, etc. Me asusté, no quería encontrarme con las profecías que escribirían sobre la chica que me gustaba. Luego de tan extraño acontecimiento salí de ese extraño lugar. No vi computadoras, ni mucho menos antenas, solamente encontré los jeroglíficos que indicarían el bullying asegurado para las compañeras de mi curso.