Infiel Capitulo 1

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Blanca, esa mujer que a primera vista impresiona, no sabes como va a saltar en lo que le digas y cual va a ser su forma de actuar. La vi en una cafetería hace unos meses y desde aquel momento llevo soñando la mayor parte del tiempo con su belleza y su cuerpo.

Ella es la camarera del Bar donde de muy vez en cuando paraba para tomar algo. Había otros bares en mi recorrido pero desde que la vi en ese bar, los demás dejaron de existir. Intentaba pasar todos los días y sentarme en la barra para hablar con ella. Solía llevar escote, su lencería era fina y con detalles, no puedo callarme sin mencionar que tenía unos grandes pechos, naturales, los cuales le temblaban mucho sobre todo cuando reía (me gustaba hacerla reír). Pero lo que más me llamaba la atención era esa mirada sensual, que parecía que te desnudaba cada vez que te miraba, que más vale que no lo hiciera, si no quería ver como la tenía cada vez que me miraba. Tampoco me puedo olvidar sus caderas que rozaban la perfección, con su barriguita toda firme, lisa, pero sin abdominales marcados como a mi me gusta, su culo contorneaba una gran figura y vestía cualquier pantalón y cualquier falda como ninguna otra mujer. Bajabas por las piernas y sentías que eran perfectas ni delgadas ni gordas, esbeltas, solo podías pensar que guardaba entre ellas, cómo serían sus labios tiernos y húmedos.

Día 1: Conociéndonos.

Un día hablando con blanca nos dimos los móviles para continuar hablando en otros momentos que tuviéramos libres. Estaba deseoso de enviarle un mensaje y hablar con ella, quería saber más cosas de ella. Después de todas las conversaciones que habíamos tenido, tenía una leve sospecha de que ella estaba con algún chico, me parecía raro que no estuviera, era una bella mujer y deseada por muchos.

Después de un día de trabajo, al llegar a casa le mandé un mensaje preguntándole qué tal el día. Ella tardó un rato en responderme, me dijo que bien y me envió una foto. Donde aparecía ella en el gimnasio brillante por el sudor con unas mallas ajustadas y una camiseta deportiva de color blanco. Las mallas eran blancas y me daba la sensación de que se le marcaba todo y que no llevaba ropa interior. Me quede en blanco unos segundos mientras mi polla se empalma por ver esa foto tan maravillosa. Estaba a punto de meterme en la ducha y no sabía qué responder, así que lo más inteligente que pude decirle en ese momento, fue:

-Jose: Me voy a la ducha y en la foto estás tremenda.

A lo que ella me respondió:

-Blanca: Uf una ducha qué bien, que ganas de ducharme :3

Yo estaba jodido, porque aparte de que no podía parar de pensar en ella, en su cuerpo con ropa, ahora pensaba en ella recorriendo su cuerpo desnudo enjabonándose.

A la medianoche después de comer ella me envió una foto secándose con la toalla, en la foto daba la impresión de que se veía parte de un pecho, a lo que yo respondí con una sonrisa, y le pregunté qué tal el día.

-Jose: Que tal el día?

-Blanca: Bien, un poco cansada del gym, que alegría de ducha!!

-Jose: Normal, es lo que tiene el gym, si quieres tener un cuerpazo tienes que sudar.

Mientras hablaba con ella, me estaba pajeando ya que no podía aguantar haber recibido la foto de ella desnuda detrás de la toalla. Me empalme mirando las fotos que me había enviado. No podía aguantar tenía que correrme por ver ese cuerpo, seguro que me tranquilizaba y luego podía hablar más tranquilo con ella.

-Blanca: :) Y tu que te hiciste?

-Jose: Yo, que me hice?

nada, nada, llegue a casa y me fui a la ducha!

-Blanca: Ya, yo también me fui a la ducha, tenía un día un poco liado, muchas cosas que pensar.

-Jose: en que tenías que pensar?

-Blanca: en algo, que me gusta, y no se como conseguirlo.

-Jose: ;) seguro que lo conseguirás una mujer como tu lo consigue todo.

-Blanca: jajaj, eso espero, te dejo que me voy ir a dormir.

-Jose: :( ok descansa y sueña con los angelitos.

-Blanca: ;) si, ojalá espero que me sepan tratar bien. :P

Seguía pajeándome mientras veía sus fotos y tenía en mi mente esos ojos grandes que me miraban con una sensualidad que hasta hacían que me enrojeciera sin que ella estuviera delante de mí. Finalmente, logré llegar al final aunque no era lo que me esperaba, me faltaba ella, quería salpicar sus pechos con todo mi semen, pero no la tenía a ella. Necesitaba besarla, tocarla, disfrutar de su sonrisa, de su mirada y sobre todo lo que más quería es probarla desde arriba hacia abajo, sin parar y sin dejar nada.


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